Muere director de “El silencio de los inocentes”

Washington Hispanic
AP

onathan Demme el ecléctico y entusiasta director detrás de las cintas galardonadas con el Oscar de “El silencio de los inocentes” y “Filadelfia”, así como responsable del aclamado filme sobre los Talking Heads “Stop Making Sense”, murió a los 73 años.

Su publicista Annalee Paulo dijo que Demme falleció el miércoles por la mañana en su apartamento de Nueva York rodeado por su esposa Joanna y tres hijos. Demme sucumbió a complicaciones de cáncer de esófago.

El director comenzó a hacer cine de bajo presupuesto con Roger Corman como maestro a comienzos de la década de 1970 y su prodigiosa producción mantuvo la agilidad y curiosidad de un cineasta independiente. Su variada carrera incluía documentales, comedia alocada e historias sobre justicia social.

Pero entre todas, sus cintas más famosas fueron dos galardonadas con el Oscar. “El silencio de los inocentes”, el thriller de 1991 protagonizado por Anthony Hopkins como Hannibal Lecter y Jodie Foster como una oficial del FBI arrasó en los Premios de la Academia, a Demme le dio la estatuilla de mejor director, a Hopkins y Foster de mejor actor y actriz, respectivamente, y finalmente se llevó el gran premio de mejor película.

Tras esta cinta, Demme estrenó “Filadelfia” (1993), con Tom Hanks y Denzel Washington, fue la primera gran película de Hollywood en abordar la crisis por el sida en la década de los 90, un tema que había sido evitado por los grandes estudios. La película le valió a Hanks un Oscar como mejor actor y a Bruce Springsteen por la conmovedora canción original «Streets Of Philadelphia».

El ojo alerta y sensible de Demme ayudó a producir otras cintas con actuaciones destacadas como Melanie Griffith en «Something Wild» y Anne Hathaway en «Rachel Getting Married».

“Tengo el corazón partido por perder a un amigo, un mentor y un tipo tan singular y dinámico que se necesitaba un huracán para contenerlo”, dijo Foster en un comunicado. “Jonathan era tan estrafalario como sus comedias y tan profundo como sus dramas. Era energía pura, el animador imparable para cualquier creativo. Era tan apasionado de la música como del arte, fue y siempre será un defensor del alma”.

Hanks lo llamó “el más grande de los hombres”. »Jonathan nos enseñó cómo puede ser una persona con un gran corazón, y cómo eso puede guiar cómo vivimos y a lo que nos dedicamos”, dijo el actor.

Martin Scorsese lo recordó como “mi joven amigo” y dijo: “En cualquier momento que encontraba a Jonathan, estaba lleno de entusiasmo y emoción por un nuevo proyecto. Disfrutaba tanto de hacer películas. Sus filmes tienen un lirismo interno que hace que se eleven, incluso una historia como ‘El silencio de los inocentes’”.

El punto en común en la filmografía de Demme era la música. El director reconocía que a pesar de no tener ningún talento para tocar un instrumento, se dio cuenta que podría acompañar a los músicos si los documentaba con su cámara. «Stop Making Sense» de 1984 tenía un estilo ágil que comenzaba con David Byrne con una guitarra y una grabadora en un escenario vacío y se expandía hasta un espectáculo funk.

“He llegado a pensar, y lo sentí cuando hicimos ‘Stop Making Sense’, que algo en la música en vivo es como la forma más pura de cinematografía”, dijo Demme a The Associated Press. “No hay un guion de qué preocuparse, no es un documental, así que no hay que pensar hacia dónde va la historia y qué se puede usar. Simplemente es ‘aquí están los músicos’. Aquí están los bailarines, el telón sube. Ellos lo hacen y tenemos que responder de la mejor manera posible a lo que están haciendo ahí”.

Byrne recordó a Demme como un colaborador generoso. “Sus películas de ficción, sus películas sobre música y sus documentales están llenos de amor y pasión”, dijo el vocalista de los Talking Heads. “Solía convertir lo que podría ser una película de género hacia una expresión muy personal. Su visión del mundo era abierta, cálida, animada y energética”.

Demme también hizo películas con Neil Young (“Heart of Gold”, »Neil Young Trunk Show», “Neil Young Journeys”), con Springsteen, the Pretenders, y documentó un monólogo del actor Spalding Grey en («Swimming to Cambodia»). En «Storefront Hitchcock» el cantautor británico Robyn Hitchcock cantaba en un aparador.

“Jonathan nació siendo un cineasta, amaba a la gente y amaba filmarla. Ya fuera ficción o documental, capturó tantas vidas y atisbos de tantas vidas y las enmarcó para que otros las disfrutaran”, dijo Hitchcock. “Jonathan era un verdadero guardián de almas y ahora debemos celebrar eso”.

El año pasado Demme estrenó en Netflix otra cinta de conciertos «Justin Timberlake and the Tennessee Kids». Timberlake, un admirador de “Stop Making Sense”, buscó a Demme para dirigirla. La última cinta de ficción de Demme «Ricki and the Flash» también tenía que ver con la música y presentaba a Meryl Streep como una rockera de bar que ha dejado atrás sus años de juventud.

Robert Jonathan Demme nació en Long Island el 22 de febrero de 1944. Su padre trabajaba como representante de prensa en el sector de turismo. Después de que su familia se mudó a Miami asistió a la Universidad de Florida, donde escribía reseñas de películas para un diario escolar. En 1971 comenzó a trabajar para Corman, primero como publicista en «Von Richthofen and Brown» y después dirigiendo sus propias películas, la cinta sobre una cárcel de mujeres «Caged Heart»; «Crazy Mama» con Cloris Leachman; y «Fighting Mad», con Peter Fonda en el papel de un agricultor.

El primer éxito de Demme llegó con la cinta nominada al Oscar «Melvin and Howard» (1980), con Jason Robards en el papel de Howard Hughes. La película gira en torno al propietario de una gasolinera en Nevada que afirma ser el heredero del multimillonario.

Desde el comienzo la música tuvo un papel central en sus películas. En la comedia hilarante «Something Wild», Jeff Daniels interpreta a un asesor financiero que entra en la órbita salvaje de Melanie Griffith. La película incluía 49 canciones.

Las posturas políticas de Demme también se colaban a sus películas. Dirigió dos documentales sobre Haití, grabó comerciales para la organización liberal People for the American Way, documentó la gira de promoción de un libro del presidente Jimmy Carter y un video musical de Artists United Against Apartheid en 1985.

No todas sus películas eran un éxito. La adaptación de Demme de 1998 a «Beloved» de Toni Morrison no funcionó entre la crítica ni su reversión de gran presupuesto de «The Manchurian Candidate» de 2004.

En 2008 se repuso con «Rachel Getting Married», la cual parecía combinar muchos de sus talentos: el humanismo, el gusto por la música y por las personas complicadas, así como un realismo de estilo documental. En la cinta Hathaway interpreta a una joven que recibe permiso para salir de su rehabilitación para ir a la boda de su hermana.

Recientemente Demme dirigió un episodio del drama policiaco de Fox “Shots Fired”, que sería transmitido el miércoles. También completó una película para el Salón de la Fama del Rock and Roll que será estrenada el 1 de julio.

Demme estuvo casado con Evelyn Purcell. Después se casó con la artista Joanne Howard, con la que tuvo tres hijos que le sobreviven: Brooklyn, Ramona y Jos. Su familia solicitó que en vez de flores se hagan donaciones para la organización Americans for Immigrant Justice.