Los microchips del futuro serán Made in USA
Una ley bipartidista de 280 mil millones de dólares para estimular la fabricación de tecnología de punta en el país, parte de los esfuerzos de su gobierno para fortalecer la competitividad sobre China, fue promulgada el martes por el presidente Joe Biden.
Acompañado por legisladores, funcionarios sindicales, políticos locales y líderes de negocios, Biden celebró la medida que incentivará las inversiones en la industria estadounidense de los semiconductores para aliviar la dependencia del país en las cadenas de suministros del exterior en bienes cruciales de tecnología.
“El futuro de la industria de microprocesadores se hará en Estados Unidos”, dijo Biden en una ceremonia en los jardines de la Casa Blanca, refiriéndose a los diminutos dispositivos que operan desde celulares y computadoras hasta automóviles. La ley dedica específicamente 52 mil millones de dólares para estimular la industria estadounidense de microchips.
La legislación ha estado en proceso por más de un año, pero finalmente fue aprobada por ambas cámaras del Congreso a finales del mes pasado por márgenes bipartidistas significativos. El Senado la aprobó 64-33, con el respaldo de 17 republicanos, mientras que la cámara baja siguió con una votación de 243-187 que incluyó el apoyo de 24 republicanos, aunque los líderes del partido habían llamado a votar en contra luego que los demócratas avanzaron una propuesta separada sobre clima y salud.
El martes, la Casa Blanca apuntó a los beneficios inmediatos de la ley, diciendo que Micron anunciaría un plan de 40 mil millones de dólares para fortalecer la producción de chips de memoria, y que Qualcom y GlobalFoundries anunciarán una expansión de 4 mil 200 millones de dólares para una planta de microprocesadores en el estado de Nueva York.
El gobierno de Biden además ha promovido reiteradamente la medida como un componente clave de los esfuerzos para contrarrestar la creciente influencia de China y garantizar que Estados Unidos pueda mantener una ventaja competitiva contra Beijing, especialmente en la manufactura de microchips.
Funcionarios del gobierno han realizado numerosas sesiones con legisladores para resaltar las implicaciones de seguridad nacional de la ley y Biden mencionó el martes que el gobierno chino había cabildeado ante negocios estadounidenses contra la medida.