Ser feliz es una opción personal al alcance de todos. Por qué la felicidad te mantiene saludable

La felicidad es buena. Nos proporciona una sensación de optimismo, una actitud de «comprender el mundo» y una positividad que puede ser contagiosa.

 Según un estudio de la universidad Harvard, todos intentan encontrar la felicidad de tres maneras: haciendo el bien a los demás; haciendo cosas en las que eres bueno; y haciendo cosas que son buenas para ti. Además, aquellos que son los más optimistas, son los más felices en general.

Y la investigación no termina ahí: la felicidad está íntimamente ligada a ser feliz con tu trabajo, tus relaciones más cercanas y cuidarte física y emocionalmente.

La felicidad y tu salud

Para la mayoría de las personas, la felicidad es un sentido de propósito y bienestar. Esta actitud positiva se traduce en una variedad de efectos en la salud de una persona, tanto física como mentalmente, que incluyen:

– Mejorar la capacidad de resolución de problemas de una persona. Las personas de mentalidad positiva creen que «pueden» y quieren lograr sus objetivos.

– Proteger tu salud. La felicidad reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular y reduce la presión arterial.

– Permite dormir mejor, lo cual es importante para la concentración, la productividad, el rendimiento del ejercicio y el mantenimiento de un peso saludable.

– Ser feliz promueve una variedad de hábitos de estilo de vida que son importantes para la salud en general. Las personas felices tienden a comer dietas más saludables y mantienen una rutina constante de ejercicio.

– Diversas investigaciones demuestran que ser feliz puede ayudar a mantener fuerte el sistema inmunológico. Según los estudios, las personas menos felices tienen casi tres veces más probabilidades de desarrollar un resfriado común en comparación con sus contrapartes más felices.

– El exceso de estrés provoca un aumento en los niveles de cortisol, una hormona que contribuye a muchos de los efectos nocivos, incluidos los trastornos del sueño, el aumento de peso, la diabetes tipo 2 y la presión arterial alta. Ser feliz reduce los niveles de estrés.

– La felicidad también puede ayudar a proteger a las personas que ya tienen una enfermedad cardíaca. Una revisión de 30 estudios encontró que un mayor bienestar positivo en adultos con enfermedades cardíacas redujo el riesgo de muerte en 11%. Algunos de estos efectos pueden deberse a un aumento en los comportamientos saludables para el corazón, como la actividad física, evitar fumar y hábitos alimenticios saludables.

Qué puedes hacer a diario para ser feliz

Estas son algunas maneras, científicamente probadas, para ser más feliz.

– Expresar gratitud. Puedes aumentar tu felicidad enfocándote en las cosas por las que estás agradecido. Una forma de practicar la gratitud es escribir tres cosas por las que estás agradecido al final de cada día.

– Actívate. El ejercicio aeróbico, también conocido como cardio, es el tipo de ejercicio más eficaz para aumentar la felicidad. Caminar o jugar tenis no solo será bueno para tu salud física, sino que también te ayudará a mejorar tu estado de ánimo.

– Descansa bien por la noche. La falta de sueño puede tener un efecto negativo en tu felicidad.

– Pasa tiempo al aire libre. Sal a caminar al parque, si tienes jardín en casa para tiempo diario contemplándolo. Se necesitan solo cinco minutos de ejercicio al aire libre para mejorar significativamente tu estado de ánimo.

– La meditación regular puede aumentar la felicidad y también brindar una serie de otros beneficios, incluida la reducción del estrés y la mejora del sueño.

– Come más saludable. Los estudios muestran que cuantas más frutas y verduras comes, más feliz serás. Además, mejorará tu salud a largo plazo.

Hay varias formas de aumentar tu felicidad. Descubre aquellas pequeñas cosas que te ponen en un estado de bienestar y procura hacerlas a diario. Centrarse en las cosas que te hacen feliz no solo mejorará tu vida, sino que también puede ayudarte a extenderla.

estables y duraderas. Además tiene un correlación directa con la salud ya que fortalece el sistema inmunitario.

 

Deberíamos hacer todo esfuerzo para ser felices

Existe un sin fin de literatura de autoayuda, seudo-científica y científica que insisten en que debemos ser felices. De pronto nos inflan con consejos, mandatos, advertencias, cambios de hábitos, cambia la forma de sentir, de pensar… pero aunque la finalidad se supone es ser más feliz, ¿por qué debería hacer todo este esfuerzo para ser más feliz?

Diferentes psicólogos y neurocientíficos que llevan década estudiando los efectos de la felicidad en el bienestar emocional y la salud, han llegado a las siguientes  conclusiones: ser más felices hace que las personas tengan más éxito social lo que se traduce en trabajos mejor remunerados y relaciones de pareja estables y duraderas. Además tiene un correlación directa con la salud ya que fortalece el sistema inmunitario.

 

Toma en cuenta estos consejos 

  1. La felicidad combate el estrés

El estrés no solo es perturbador a nivel psicológico sino que también desencadena cambios biológicos en nuestras hormonas y presión arterial. 

 

La felicidad parece atenuar estos efectos, o al menos nos ayuda a recuperarnos más rápidamente. 

 

Las personas más felices tienen niveles más bajo de cortisol, la hormona del estrés y causante de inflamar el cuerpo y enfermedades derivadas de dicha inflamación. 

 

Lo mejor es que la felicidad también parece tener beneficios incluso cuando el estrés es inevitable.

 

  1. Las personas felices tienen menos dolores y molestias

Una investigación realizada en 2001 afirma que la infelicidad puede ser dolorosa, literalmente. 

 

 En su estudio las personas que reportaron los niveles más altos de emoción positiva al principio en realidad se volvieron más sanas durante el curso del estudio y terminaron más sanas que sus contrapartes infelices. 

 

El hecho de que su salud mejoró en los participantes más felices y la de los participantes más infelices disminuyó, sugiere que los resultados no son simplemente pruebas de que las personas de buen humor dan calificaciones de salud más alegres que las personas de mal humor.

 

Otro estudio de 2005 sugiere que la emoción positiva también mitiga el dolor en el contexto de la enfermedad. 

 

Las mujeres con artritis y dolor crónico se clasificaron semanalmente en emociones positivas como el interés, el entusiasmo y la inspiración durante aproximadamente tres meses. 

 

En el transcurso del estudio, las personas con calificaciones más altas en general tuvieron menos probabilidades de experimentar aumento en el dolor.

3.La felicidad protege tu corazón

Aunque el amor y la felicidad en realidad no se originan en el corazón, éstos parecen que sí son bueno para él. 

 

Diversos estudios realizados sobre la frecuencia y ritmo cardiaco demuestran que las personas felices tienen una frecuencia más baja y un ritmo cardíaco menor lo que las previene de desarrollar posibles enfermedades asociadas.

 

Las personas que siente en general menos ira y estrés en el trabajo, según un estudio realizado en Canadá, y eran capaces de expresar emociones positivas como alegría, felicidad, entusiasmo, entusiasmo y satisfacción, diez años más tarde resultó que los más felices tenían menos probabilidades de haber desarrollado una enfermedad coronaria.

 

  1. La felicidad fortalece tu sistema inmunológico

Las recientes investigaciones han encontrando un vínculo entre la felicidad y un sistema inmunológico más fuerte. Las emociones positivas tienen un impacto en nuestro sistema inmunológico, lo que las hace menos propensas a enfermedades comunes y a una más rápida recuperación. 

 

  1. La felicidad nos fortalece frente a la enfermedad

La felicidad se asocia con mejoras en condiciones más severas y de larga duración, no sólo dolores y dolores a más corto plazo. 

A medida que los adultos envejecen, otra afección que a menudo los afecta es la fragilidad, que se caracteriza por la pérdida de fuerza, la resistencia y el equilibrio, y los pone en riesgo de discapacidad y muerte. 

 

Después de siete años de investigación un estudio realizado en 2004, afirma que los participantes con calificaciones de emociones más positivas tenían menos probabilidades de ser frágiles.

 

 Algunos de los mismos investigadores también encontraron que las personas mayores más felices (por la misma medida de emoción positiva) tenían menos probabilidades de sufrir un derrame cerebral en los siguientes seis años; esto fue particularmente cierto para los hombres.

 

  1. La felicidad alarga nuestras vidas

Al final, el último indicador de salud podría ser la longevidad, y aquí, especialmente, la felicidad entra en juego. En un estudio de 2011, casi 4.000 adultos ingleses de 52 a 79 años de edad informaron cuán felices, emocionados y contentos estaban varias veces en un solo día. Aquí, las personas más felices tenían un 35% menos de probabilidades de morir en el transcurso de unos cinco años que sus contrapartes infelices.

 

La satisfacción general con la vida es otro indicador importante de la felicidad y  también está vinculada a la longevidad. Pero no puede hacer milagros. Hay algunas pruebas de que el vínculo entre la felicidad y la longevidad no se extiende a los enfermos, o al menos no a los muy enfermos.

 

Existe el riesgo de que las personas más felices no reporten sus síntomas y en caso de enfermedad no reciban el tratamiento correcto, o se cuiden peor porque son demasiado optimistas.

Hay que tener en cuenta que el estudio de los beneficios de salud de la felicidad es todavía joven. 

 

Tomará tiempo descubrir los mecanismos exactos por los cuales la felicidad influye en la salud, y cómo encajan factores como las relaciones sociales y el ejercicio.