Europa vigila con recelo la escalada militar de EE. UU. cerca de sus enclaves en el Caribe.
Temerosos de un conflicto cerca de sus enclaves en el Caribe, varios aliados europeos de Estados Unidos están dejando de transmitir a Washington cierta información de inteligencia en medio de los bombardeos a supuestas narcolanchas frente a Venezuela
Estados Unidos movilizó el portaaviones más grande del mundo, buques de guerra, cazas y miles de tropas al Caribe y el Pacífico en una lucha, dice, contra el narcotráfico. Pero Caracas denuncia que el objetivo es derrocar a su presidente Nicolás Maduro, al que Donald Trump acusa de dirigir un cartel.
La operación deja más de 80 muertos en una veintena de ataques y ha hecho sonar también las alarmas a miles de kilómetros en Europa, donde varios países vigilan con recelo la seguridad de sus territorios de ultramar.
Aunque sin mencionar a Estados Unidos para sumar más apoyos, medio centenar de naciones latinoamericanas y de la Unión Europea ya rechazaron hace dos semanas en la cumbre Celac-UE el «uso de la fuerza» en el Caribe y clamaron por «estabilidad regional» en esas aguas.
Por ahora, neerlandeses, británicos y franceses, con enclaves en América, asisten como espectadores al despliegue estadounidense, aunque les preocupa resultar afectados, según varias fuentes interrogadas por la AFP
«Es verdaderamente el retorno de la doctrina Monroe 2.0», alertó un alto militar francés bajo anonimato.
Se refiere a la política estadounidense del siglo XIX de prohibir a Europa inmiscuirse en el hemisferio occidental y que terminó evolucionando en un fuerte intervencionismo de Washington en América Latina el siglo siguiente.
– Islas ABC –
«Los neerlandeses están preocupados por sus ‘islas ABC’ -Aruba, Bonaire, Curazao- a unos 50 kilómetros de las costas de Venezuela», añadió el militar francés
A diferencia de los territorios ultramarinos británicos y franceses, los de Países Bajos «están en primera línea» en caso de guerra, complementan una fuente militar europea.
Con pocas opciones frente a la determinación de Trump, los tres países decidieron esta semana dejar de compartir con Washington cierta información sobre la región si eso puede provocar bombardeos, cuya legalidad se cuestiona.
«Estamos particularmente vigilantes frente a la politización de nuestros servicios ya que las violaciones de los derechos humanos», explicó Erik Akerboom, director del Servicio de Inteligencia y Contraespionaje Civil neerlandés al diario De Volkskrant.
«Ningún país europeo, ni siquiera Francia, enviará en la situación actual información operativa a los estadounidenses si pueden conducir a un bombardeo militar contra un barco», dijo también a Radio Caraïbes (RCI) Dimitri Zoulas, alto responsable de la policía francesa y jefe del servicio de lucha antidrogas OFAST.
Esta posición no ha sido confirmada públicamente por las autoridades de Francia ni por los responsables de inteligencia interrogados por la AFP
Pero «es claro al 100% que los europeos no suministran actualmente información a Estados Unidos que pueda llevar a un bombardeo», explicó una fuente de seguridad.
Las restricciones son de la misma índole de lado británico, según la prensa.
– ¿Complicidad? –
«Esto no afecta al intercambio global de información de inteligencia, pues es un problema local y específico. Y eso ya se produjo» en el pasado, consideró Sir Richard Dearlove, exjefe del servicio secreto de inteligencia británico MI6, al aclarar que la posición de Londres es antes que todo lo jurídico.
«Si se suministra información para apoyar una ejecución extrajudicial, digamos información de identificación y orientación, según algunas interpretaciones del derecho internacional, usted se convierte en cómplice de asesinato», indicó.
La pregunta, entonces, es cómo no irritar a su principal aliado
«Antes de decir no a Estados Unidos y hacerlo saber, se debe reflexionar dos veces, pues ellos aportan mucha» información a sus socios,
una fuente de un servicio de inteligencia europeo.
Sin embargo, «la CIA comprende perfectamente el problema», matiza Dearlove
Concretamente, los europeos ya no suministran sus eventuales información al JIATFS, el grupo de trabajo interinstitucional estadounidense para el hemisferio sur, que reporta al comando militar estadounidense para esa zona SouthCom.
La reticencia de los europeos tiene un efecto «teórico, pues Estados Unidos no necesita nuestra información», coincidió la fuente de seguridad francesa.
«La idea de que Estados Unidos necesita de nosotros para saber lo que ocurre en el Caribe no tiene sentido», según el mismo responsable, aunque los europeos movilizan recursos notables para luchar contra la droga que parte hacia el Atlántico y el Viejo Continente.
Como lo resume la fuente militar europea: hacer pública esta decisión de filtrar la información «es comunicación estratégica».

