Daban millones por la admisión a universidades
Víctor Caycho
Washington Hispanic
El más grave escándalo de sobornos y fraudes en los exámenes de admisión golpeó esta semana a varias de las más prestigiosas universidades de la nación –entre ellas una de Washington, DC-, y destapó una situación que venía ocurriendo desde mucho tiempo atrás, con padres de muy elevados recursos económicos haciendo “todo lo que sea posible” para que sus hijos alcancen un éxito académico.
Las autoridades establecieron que varios de los padres de familia acusados gastaron cientos de miles de dólares y otros hasta $6,5 millones para garantizar la admisión de sus hijos.
El sonado caso involucra a afamados centros, como las universidades de Yale, Stanford, Wake Forest, la Universidad de Texas, la Universidad del Sur de California (USC) y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
En Washington DC el escándalo salpicó a la Georgetown University, fundada en 1789 y localizada cerca del río Potomac en el barrio acomodado de Georgetown, al Noroeste (NW) del Distrito de Columbia.
En la Georgetown University el principal acusado es su exentrenador de tenis, Gordon Ernst. De acuerdo a las pesquisas, Ernst recibió más de 950 mil dólares en sobornos para promover a varios estudiantes como “potenciales figuras” del llamado deporte blanco. En uno de los casos hizo figurar falsamente a la hija de una pareja de California –que sometió la aplicación en la universidad-, en el ranking de las 50 mejores de la categoría junior elaborada por la Asociación de Tenis de los Estados Unidos, sin que ella hubiera participado en las competencias a nivel escolar.
En una declaración escrita, la Georgetown University dijo que el centro está “profundamente decepcionado” tras conocer los cargos criminales contra Ernst. Aclaró que Ernst no ha entrenado al equipo de tenis de la universidad desde diciembre de 2017, “siguiendo una investigación interna que encontró que él había violado reglas de la universidad relacionadas con el proceso de admisiones”. Asimismo, indicó que está cooperando totalmente con las investigaciones.
El destape
El escándalo fue revelado por el Departamento de Justicia el martes 12, en Boston, a través del fiscal federal de Massachusetts, Andrew Lelling. Dijo que hasta el momento hay 50 personas acusadas, entre ellas dos estrellas de Hollywood –Felicity Huffman y Lori Loughlin-, nueve entrenadores deportivos y 33 padres de familia. Las autoridades precisaron que los padres acusados pagaron cerca de 25 millones de dólares en sobornos.
“Por cada estudiante admitido mediante fraude, un estudiante honesto y verdaderamente talentoso fue rechazado”, comentó el fiscal Lelling al anunciar los resultados de la investigación, la que fue bautizada como “Operation Varsity Blues”.
También dio a conocer que un exentrenador de fútbol americano de Yale se declaró culpable y ayudó a que se presentara el caso contra los demás.
Lelling indicó que ninguno de los estudiantes fue acusado, debido a que las autoridades sostienen que en muchos casos los adolescentes “desconocían lo que pasaba”. Varias de las universidades involucradas no dijeron nada sobre emprender acciones contra los alumnos.
El principal implicado en el fraude fue identificado como el consultor de admisiones William «Rick» Singer, fundador de Edge College & Career Network de Newport Beach, California. Singer se declaró culpable.
Los fiscales dijeron que Singer recibió cuantiosos sobornos e incluso contrató a dobles para que dieran exámenes de admisión en lugar de los estudiantes. Además, les pagó a personas dentro de las instituciones y en centros de exámenes para corregir las respuestas de los estudiantes.