Recuperan víctimas fatales del incendio
Jossmar Castillo
Washington Hispanic
os cuerpos de las personas que desaparecieron en la explosión y posterior incendio en uno de los edificios del complejo de apartamentos Flower Branch, en Silver Spring, y que ocurrió la noche del pasado 10 de agosto, fueron recuperados esta semana de entre los escombros.
La policía del condado de Montgomery confirmó el martes 16 de agosto, que encontró la que se presume es la séptima y última víctima del incendio en la cuadra 8700 de la Arliss Street. También determinaron que un hombre que estaba en la lista de desaparecidos, está a salvo, pues se había mudado antes del accidente.
Las autoridades enviaron los restos de las víctimas a la Oficina de Medicatura Forense, en Baltimore, la que se encargará de identificar oficialmente a quienes lamentablemente fallecieron. La policía de Montgomery, los bomberos y el Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos culminaron sus investigaciones. Pete Piringer dijo que los investigadores determinaron que que al parecer el fuego fue “accidental por naturaleza”, pero la causa exacta permanece incierta.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), que también revisa seguridad en líneas de gas dijo que lanzarán su propia investigación. Una revisión de Washington Gas señaló que las líneas de gas son seguras.
Un historial de fallas
Se pudo conocer que en el pasado, la compañía administradora llegó a acumular más de 1600 citaciones por violaciones al código. Cifras del Departamento de Vivienda y Asuntos Comunitarios dan cuenta de que en 2010 se registraron más de 900, mientras que en el 2007, alrededor de 700 más.
Después de la explosión varios vecinos comentaron sus experiencias lidiando con la oficina de administración del edificio. Contaron que se sentían ignorados cada vez que ponían una queja y hasta incluso en algunas ocasiones, según cuentan, fueron amenazados con llamar a oficiales de inmigración.
Previo a la explosión, en el mes de julio, los vecinos reportaron un incómodo olor a gas. Uno de los vecinos incluso llamó al número de emergencias 911, pero cuando el equipo llegó al área, la respuesta que les dieron es que olía a incienso. El ejecutivo del condado, Ike Leggett, dijo que el 25 de julio los bomberos respondieron a un reporte de olor a gas. La administración dijo en ese momento que no habían habido reportes previos.
A través de su página web, Kay Apartment Communities aseguró que están grandemente entristecidos por la pérdida de vidas, lastimados y desplazados. “Estamos destrozados. Estamos trabajando continuamente para asistir a las familias desplazadas a que encuentren un hogar lo más rápido posible”.
Momentáneamente la administración entregó a los afectados unas tarjetas de débito, para ayudarlos con la compra de artículos básicos y les pedían que firmaran para confirmar la entrega, sin embargo esto levantó sospecha entre los vecinos, quienes sospechaban que esta tarjeta con una cantidad de dinero no divulgada, era para evitar algún tipo de futura demanda.
En ese sentido, varios funcionarios a nivel local y estatal visitaron a las víctimas del incendio y aseguraron que tienen como prioridad resolver su situación de vivienda.
Mientras, unas 53 familias siguen refugiadas en el Centro Comunitario de Long Branch, unas pensando cómo van a conseguir dónde vivir, y otras en cómo vivir sin sus seres queridos.
Varias organizaciones se unieron para colectar artículos de primera necesidad, ropa, alimentos no perecederos y dinero en efectivo para ayudar a las familias a superar esta situación. Son ellos quienes deberán proveer muestras de ADN para identificar a cada uno de ellos.