Dos años después de la tragedia siguen sin ayuda
Víctor Caycho
Washinton Hispanic
El próximo viernes 10 se cumple el segundo aniversario de la pavorosa explosión e incendio que destruyó dos edificios de apartamentos en Silver Spring, Maryland, y que dejó un saldo de siete muertos –dos de ellos menores de edad-, docenas de heridos y muchos desplazados. A pesar del tiempo transcurrido, los sobrevivientes aún están a la espera de justicia.
El hecho ocurrió el 10 de agosto de 2016 en el Flower Branch Apartments, y en diversos eventos ellos han venido reclamando el apoyo del concejo del condado de Maryland a sus demandas.
En una reunión organizada por el movimiento Action In Montgomery (AIM), en la escuela elemental JoAnn Leleck at Broad Acres, los damnificados –la mayoría de ellos hispanos y afroestadounidenses-, enumeraron tres puntos prioritarios a las autoridades allí presentes.
Ellos son: renta a precio accesible, terapia psicológica y que se considere la opinión de los sobrevivientes en cualquier programa de evaluación de los daños y sus secuelas.
En la audiencia estuvieron presentes los concejales Hans Riemer, presidente del concejo; Marc Elrich, quien es además candidato demócrata para ejecutivo del condado; George Leventhal y Tom Hucker.
“Gracias por habernos ayudado a entender que tenemos más trabajo por hacer aquí”, dijo Riemer a los afectados. Leventhal, por su parte, se comprometió a escribir una carta con las firmas de todos los concejales y dirigido a la compañía propietaria de los inmuebles destruidos –Kay Management, pidiéndoles reunirse con las víctimas y sus representantes.
A su turno, Hucker reconoció que tras la explosión, personal de emergencia del condado “hizo muchas cosas correctas, pero según mi parecer el condado también hizo cosas equivocadas”.
“No me explico cómo es que se ha evaluado una ayuda de emergencia sin conocer directamente la opinión de las víctimas”, aseveró Elrich.
El Ejecutivo de Montgomery, Isiah Leggett, no asistió pero envió un mensaje en el que invitó a los representantes de AIM y las víctimas “para discutir sus prioridades y las respuestas del condado”.
Al abrir el encuentro, el religioso Chris Posch, de la iglesia católica San Camilo, reveló que los líderes de AIM han escuchado a unos 50 sobrevivientes, “cuyas historias reflejan mucho dolor, por haber perdido a sus seres queridos, y por sufrir heridas físicas o de tipo psicológico, sin que ellos reciban la ayuda adecuada”.
Varios sobrevivientes también dieron a conocer sus testimonios sobre la tragedia que les cambió la vida, y que ahora buscan una manera de reconstruirla.
Al final de la reunión, AIM dio a conocer que hará un seguimiento de las acciones del condado durante tres meses para evaluar las acciones que se tomen para aliviar la situación de los sobrevivientes.