Agencia gubernamental de DC, Brinda apoyo a Creando oportunidades para pequeños negocios

Washington, D.C. está Abierto para los negocios, empieza diciéndonos Rosemary Suggs-Evans, la Directora del Departamento de Desarrollo de Pequeñas y Locales Empresas del Distrito de Columbia, ella hace énfasis sobre el compromiso que el gobierno local tiene con las empresas hispanas y de minorías. Desde su oficina, Rosemary cuenta sobre la gran cantidad de programas que han desarrollado para fomentar el crecimiento de estas empresas.

«Tenemos una variedad de programas que ayudan específicamente a las empresas de propiedad de hispanos y minorías», uno de los más destacados es el Programa de Subvenciones para el Comercio Minorista, enfocado en apoyar a las empresas minoristas que operan en los corredores comerciales de la ciudad. «Pero también contamos con otros programas como el Programa “Dream Grant”, que se centra en los residentes de los distritos 7 y 8». Rosemary explica que este programa proporciona capacitación y asistencia a emprendedores y dueños de negocios en todas las etapas de desarrollo empresarial, desde aquellos con una nueva idea hasta las empresas más grandes que buscan escalar.

Rosemary subraya la importancia del apoyo técnico personalizado que ofrecen. «Más allá de los programas de subvenciones, creo que la asistencia técnica es clave. Todos los miércoles estamos en la Biblioteca MLK, en la novena calle, para hablar directamente con quienes necesitan orientación. Ya sea un negocio nuevo o uno establecido, siempre hay algo en lo que podemos ayudar», afirma.

Uno de los programas que más me llamó la atención fue el «Made in DC», que certifica a los negocios que producen sus productos en la ciudad. Además, este programa no solo se enfoca en la capacitación, sino también en ofrecer oportunidades para que los emprendedores presenten sus productos a inversores potenciales.

Le preguntamos si colaboran con otras instituciones de manera similar. «Absolutamente», responde Rosemary. «Trabajar bajo un alcalde comprometido nos ha permitido construir relaciones clave. Nos asociamos con la Cámara Hispana, agencias hermanas y también con instituciones financieras. El financiamiento sigue siendo una de las barreras más grandes para muchas pequeñas empresas, y nuestro objetivo es facilitar su acceso al capital que necesitan para operar, cumplir con sus pedidos y expandirse», me explica.

La colaboración parece ser uno de los pilares de su enfoque, y Rosemary no duda en enfatizarlo. «Escuchar las necesidades de la comunidad es fundamental para asegurarnos de que nuestros programas realmente respondan a sus desafíos», me comenta.

Cuando la conversación se centra en cómo su departamento trabaja para garantizar el acceso equitativo a contratos gubernamentales, me cuenta que también se basan en asociaciones estratégicas. «El programa de Empresas Certificadas (CBE) es una herramienta importante que da ventaja a las empresas en las oportunidades de contratación con el gobierno del distrito», asegura. Además, el departamento se esfuerza por traducir todos los materiales de los eventos a diferentes idiomas, garantizando que cualquier persona, independientemente de su lengua o discapacidad, pueda acceder a los recursos disponibles.

El apoyo no se limita a las empresas ya establecidas. Rosemary señala que muchos emprendedores enfrentan retos con el aspecto administrativo de sus negocios. «Muchas veces, los dueños saben cómo hacer su trabajo, pero la gestión financiera o administrativa puede ser complicada», señala. Para superar esto, han creado un sistema de apoyo entre empresas, donde conectan a emprendedores con otros negocios que pueden brindarles ayuda con la parte administrativa.

No solo las industrias tradicionales están en la mira del departamento. También hay iniciativas para apoyar a las empresas en sectores emergentes como la tecnología y la energía limpia. «Tenemos un programa en colaboración con el Departamento de Energía y el Medio Ambiente, donde capacitamos a empresas interesadas en energía y sostenibilidad. Este programa ha crecido mucho en los últimos tres años y esperamos que siga así», menciona.

Uno de los momentos más destacados de nuestra conversación es cuando Rosemary menciona el evento anual District Connect. «Cada octubre organizamos este evento, y este año será el 29 en la Universidad Católica», dice. En District Connect, los dueños de negocios pueden reunirse con agencias gubernamentales, aprender sobre las oportunidades de contratación y acceder a financiamiento. Me cuenta que el año pasado, un empresario consiguió una línea de crédito de $25,000 en el mismo evento, que luego se incrementó a $65,000.

Al final, vuelvo a tocar el tema de las subvenciones, preguntándole más detalles sobre las disponibles para las pequeñas empresas. Rosemary menciona programas como el Dream Grant y Made in DC, además del Programa Aspire to Entrepreneurship, diseñado para ayudar a los ciudadanos que regresan al sistema después de pasar por el sistema de justicia. «Apoyamos a estos emprendedores con subvenciones, ayudándoles a crear sus propios negocios y a superar barreras para reincorporarse a la fuerza laboral», agrega.

A medida que nuestra conversación llega a su fin, le pregunto qué consejo le daría a los emprendedores hispanos que desean iniciar un negocio en el Distrito de Columbia. Con una sonrisa, Rosemary me responde: «¡Que vengan a nosotros! No tengan miedo, estamos aquí para ayudarles a hacer realidad sus sueños. Va a ser duro, pero sepan que tienen el apoyo de este alcalde y de todo nuestro equipo para ayudarles a tener éxito».

Su mensaje es claro: hay un compromiso inquebrantable del gobierno local con las pequeñas empresas y, especialmente, con la comunidad hispana. Al cerrar nuestra charla, Rosemary enfatiza la importancia del compromiso del distrito con las oportunidades de contratación. «Para el año fiscal 2024, tenemos un compromiso de gastar $1.2 mil millones con nuestras CBE, y cada año seguimos creciendo. Es impresionante ver cómo otros lugares se sorprenden al escuchar sobre el nivel de apoyo que ofrecemos a nuestras pequeñas empresas. Así que, ¡vengan, vengan, vengan!». Concluye Rosemary.