Nobel a Machado, alegría para algunos y vergüenza para otros venezolanos
«Bueno para Venezuela» dicen unos, «vergonzoso» sostienen otros. La entrega del premio Nobel de la Paz a la líder opositora María Corina Machado provocó opiniones muy opuestas en su país en medio del misterio de su viaje a Oslo.
En la ceremonia este miércoles en Noruega, su hija Ana Corina Sosa Machado recibió el premio en su lugar y aseguró que su madre llegaría «en pocas horas». La propia Machado dijo en un audio enviado a los organizadores que muchas personas «arriesgaron sus vidas» para que «pudiera llegar a Oslo».
«Está muy bien que haya recibido ese premio, porque es venezolana», afirmó Alirio Villegas, jubilado de 78 años, quien como muchos venezolanos desconocen su paradero y se plantea dudas sobre su regreso a Venezuela.
«Está difícil que volver. Este país está difícil y no encontramos qué hacer. Pero tiene que volver, ella no se va a exiliar, ella es la que nos está dirigiendo. Si se va, qué vamos a hacer», añadió.
Magali Meda, exjefa de campaña de Machado, descartó el martes desde Oslo que la opositora se quedaría en el exilio. «Cómo vamos a pensar que María Corina no va a regresar y se va a quedar en el exilio. Eso no existe», dijo.
«Mi madre hizo todo para estar aquí y viene en camino. Su prioridad fue permanecer en Venezuela y asegurarse de que pudiera regresar», dijo Ana Corina Sosa Machado, a la AFP al terminar la ceremonia.
En un clima festivo fuera de la Municipalidad de Oslo venezolanos envueltos en su bandera, querían tocar, besar, abrazar «a las Machado», en referencia a la hija ya las hermanas de la laureada.
Muchos buscan prolongar su estadía en Oslo o tener más detalles del arribo de Machado para «celebrar con ella», dijo Eduardo Figueroa, un informático de 37 años que viajó desde Madrid.
– «Prófuga» –
En Caracas, Jazmín Briceño, docente de 45 años, «el premio es bueno para Venezuela». Pero cree que Machado «debe volver porque ella es venezolana y tiene derecho a volver, no pueden impedírselo». «Aquí la esperamos», subrayó
El chavismo convocó a una marcha este miércoles en Caracas. «Era un velorio, un fracaso, fracaso total», dijo la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez sobre la ceremonia.
El fiscal general, Tarek William Saab, dijo el 20 de noviembre a la AFP que si Machado abandonaba el país sería considerado «prófugo», pues hay «numeras investigacionesosas de carácter penal» en su contra.
«Es como los ladrones, se va a mantener escondida (…) No hace falta que vuelva, que se queda por allá fuera», dijo Abigaíl Castillo de 24 años, asistente administrativa.
«Es una verdadera vergüenza que le hayan entregado ese premio a esa señora que lo que ha querido es bloqueo para nuestro país. No se merece ese premio», agregó.
Machado ha estado en la clandestinidad por más de un año. Hasta hace semanas aseguraba que se encontraba en Venezuela.
Su familia y sus amigos, salieron del acto en Oslo caminando por una explanada donde la diáspora venezolana prevé realizar su propia marcha de las antorchas, una tradición organizada por el Consejo Noruego de la Paz desde 1954.
Sin embargo, esta coalición de 17 organizaciones civiles tomó distancia en protesta por la decisión de otorgar el Nobel a Machado, al repocharla por sus ideas afines al presidente Donald Trump, que ordenó un despliegue militar en el Caribe desde agosto.
– Un show –
Además de quienes están a favor y en contra, hay otros que califican al reconocimiento y las «supuestas negociaciones» entre los gobiernos de Estados Unidos y Venezuela como un show.
Esos venezolanos quieren un acuerdo y que los dejen vivir en paz.
«Uno no come si María Corina se ganó un premio, uno tiene que salir a la calle a ganarse el dinero», señaló Josmar Rodríguez de 32 años, carpintero.
Clara Machado, hermana menor de la galardonada, contenía las lágrimas cuando afirmaba feliz a la AFP que «en pocas horas» esperaba abrazarla.
Desde el lunes, su madre y otros miembros de su entorno aseguran que no tienen ni idea «del periplo de María Corina».

