Deseche lo negativo y fuera el estres La felicidad cura las enfermedades

La felicidad aumenta el nivel de energía de las personas, mejora los niveles de estrés, es un antídoto contra la depresión. 

 La felicidad que irradias es una fuerza atractiva y magnética; puedes transmitir felicidad y por lo tanto atraer mayor bienestar. 

Las hormonas asociadas con la felicidad son: la serotonina produce una sensación de bienestar, la dopamina ayuda a estabilizar las emociones y la melatonina un poderoso regulador del sueño y antioxidante que ayuda a recuperar el organismo del cansancio. 

La felicidad es relativa o subjetiva en cada persona; es decir independientemente de lo que a una persona le genera felicidad, debemos saber que es un estado de ánimo y por lo tanto una sensación interna. 

Es algo sutil, pero muy poderoso que experimentamos cuando logramos las metas.  Nos motiva a seguir adelante con una actitud positiva y entusiasta. 

Aunque la felicidad está relacionada con la auto realización y la auto estima, ambas dependen de la actitud que tenemos para alcanzar los objetivos en la vida. 

De allí la importancia de tener visión práctica de la realidad y asimilar correctamente las experiencias personales, incluyendo los fracasos que hacen parte del proceso de aprendizaje. 

En otras palabras, podemos ser felices a pesar de que no todo es perfecto, incluso ante las situaciones más complicadas o difíciles. 

Hay quienes diferencian la felicidad de la alegría, dicen que la primera causa un efecto permanente y estable.  

Soy feliz porque tengo salud, estoy trabajando y me siento bendecido por Dios. 

La alegría la asocian con una emoción pasajera y espontánea.  Por ejemplo, la alegría que siento cuando te veo.

  En lo personal considero la alegría como   el camino hacia la felicidad y también hacia el amor. 

Por lo general busco que aquello que me genera alegría y felicidad sean experiencias que me conecten con el alma; abrir los ojos y ver a mi alrededor un día lleno de oportunidades, compartir contigo un delicioso desayuno, hacer ejercicio, resolver juntos las dificultades que la vida nos presenta y dar reposar viendo la luz del atardecer que nos aquieta antes de la llegada de la noche. 

Atendí una mujer sonriente, sus ojos azules me miraban fijamente queriéndome transmitir desde su corazón felicidad, tranquilidad y espiritualidad. 

Pero la intuición me decía que no estaba bien.  Consultó porque lleva cinco años desde que le diagnosticaron cáncer de ovario, ya se sometió a quimioterapia, cirugías, y ahora después de más de treinta sesiones de quimio vuelven a encontrar compromiso en algunos ganglios. 

 ¿Qué sucede? ¿Porqué el tratamiento no está dando el resultado esperado?  Aunque veía a una mujer buena, luchadora y con deseos de sanar, la intuición me decía que debía corregir aquello que no esta bien en ella y seguramente a su alrededor.

Le expliqué que necesitábamos recuperar el tiempo perdido.  Había sido bastante el esfuerzo, y todavía sin lograr el objetivo. 

Me llamó la atención de que su esposo no la acompañara a una importante cita, es importante contar con su compañía y apoyo, le dije. 

 Su sonrisa rápidamente se borró cuando comenzó a contar que siempre soñó con tener 3 hijos, aunque era madre de dos hijos maravillosos que amaba profundamente, siempre le acompañaba la frustración y tristeza, ya que su esposo no lo quiso así. 

Es importante llegar a acuerdos en común entre las parejas para pactar lo que nos hace felices. 

Hasta ahí todo era manejable, al fin y al cabo la relación es un aprendizaje permanente para superar las fallas que tenemos.

Antes de que comenzara la historia de su enfermedad, recibió una llamada telefónica de una mujer, le contaba que estaba en embarazo de su esposo. 

 Al llegar a casa el reconoció la infidelidad y prometió dejar esa relación pero negó la presencia de un hijo. 

 La duda quedó y tampoco hizo nada por confirmar la sospecha. 

 El problema no quedó allí, cada momento los celos y la posibilidad del engaño le atormentaban. 

 A tal punto que decidió irse para Europa, a rehacer su vida, sin sus hijo. Todos la juzgaron por dejar la casa y evadir el problema.  

  Simplemente necesitaba reponerse y tomar un aire, una distancia para analizar la situación. Mientras tanto iba y volvía, hasta que finalmente decidieron rehacer su hogar, pero la inquietud permanece sin resolverse. 

 Perdonar es importante para recuperar la felicidad, pero también es necesario hacerlo sobre bases sólidas, verdades que liberen y permitan sanar. 

 Debemos recordar que los pensamientos curan y nuestras células absorben e irradian la energía que le aportamos con cada experiencia que vivimos.

 ‘RECUADRO

 Para tener en cuenta PRACTICA LA FELICIDAD: 

  1. Ser agradecidos.
  2. Aliarse con el tiempo y simplificar la vida.
  3. Practica rituales que ayuden a ser feliz.
  4. Evitar el perfeccionismo y ser optimista.
  5. Manejo equilibrado de las expectativas.
  6. Sinceridad no fingir, permitirse sentir.
  7. La incertidumbre o lo desconocido esta a su favor.
  8. Valorar las relaciones honestas, basadas en el respeto.
  9. Cuidado con los halagos.
  10. Escuchar la voz interior.