Trump visitará base militar surcoreana, no irá a la frontera

AP
Washington Hispanic

e ha convertido en una especie de ritual para los presidentes de Estados Unidos que intentan demostrar su determinación contra la creciente agresividad de Corea del Norte.

Desde la visita de Dwight Eisenhower al frente de la guerra de Corea, los líderes estadounidenses han viajado a la zona desmilitarizada, protegida por alambres de púas y sembrada de minas antipersona, que divide la península de Corea. Allí, suelen emplear binoculares parar mirar al otro lado de la frontera, escuchan la emisión de propaganda y reafirman su compromiso con su aliado, Corea del Sur.

Tras dejar en el aire la posibilidad de la visita, la Casa Blanca anunció finalmente el martes que el presidente Donald Trump no seguirá los pasos de sus predecesores.

En su lugar, el dirigente republicano visitará Camp Humphreys, una base militar a unos 64 kilómetros (40 millas) al sur de Seúl, para destacar la colaboración entre las dos naciones y el reparto de las cargas que soporta Corea del Sur.