Trump intenta eclipsar el tercer debate republicano de cara a las presidenciales
Los candidatos republicanos a las presidenciales estadounidenses de 2024 celebran este miércoles su tercer debate televisado sin Donald Trump, el favorito de los sondeos, que está dispuesto a robarles una vez más el protagonismo a sus adversarios.
Como ya había hecho en los dos debates anteriores, el exmandatario optó por no participar en el debate organizado en Miami (Florida), un ejercicio inútil, según él, dada su gran ventaja en las encuestas.
El multimillonario y sus rivales se afrontarán en una serie de primarias a partir del 15 de enero. El vencedor le disputará las elecciones de noviembre al candidato demócrata, probablemente el presidente Joe Biden.
A pesar de las cuatro inculpaciones en su contra, Trump aplasta actualmente la carrera republicana, rondando el 58% en las encuestas. Un logro conseguido gracias a la enorme base que le sigue siendo fiel pase lo que pase.
– Dieciocho kilómetros –
El septuagenario, adepto de las provocaciones, decidió celebrar un mitin este miércoles casi a la misma hora que el debate republicano y a apenas 18 kilómetros de distancia.
El lugar elegido, la ciudad de Hialeah, pegada a Miami, es un bastión republicano en el que más del 95% de la población se define como latina.
Un guiño más de Trump a la influyente comunidad hispana de Florida. En junio, justo después de su imputación en un tribunal federal de Miami, se dio un baño de masas en el restaurante Versailles, un lugar emblemático de la comunidad cubana en esa ciudad.
En Hialeah, horas antes del mitin, cientos de fieles del magnate inmobiliario hacen cola delante del estadio donde dará su discurso.
Emocionados ante la posibilidad de ver al hombre al que admiran, enarbolan pancartas con lemas como «Trump 2024 – Salva a Estados Unidos».
Macy Lafuente, una estadounidense de origen cubano, no quería perderse la visita de Trump. «Necesita nuestro apoyo más que nunca», dice esta seguidora de 52 años. «Quieren enjuiciarlo para que no pueda presentarse a las elecciones, lo que me parece injusto. Tiene que saber que estamos con él, que lo necesitamos y lo apoyamos», añade.
Mientras el expresidente ignora a sus rivales, ellos, cuatro hombres y una mujer, tratarán durante el debate de resolver una cuestión clave: ¿cómo existir frente a un Trump que acapara toda la atención mediática con sus declaraciones, ataques y problemas judiciales?
Una pregunta a la que nadie ha sabido responder hasta el momento. Empezando por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, considerado durante meses como un posible sucesor de Trump, que lleva tiempo hundiéndose en los sondeos.
El cuadragenario, famoso por sus posturas muy conservadoras en asuntos como el aborto, los derechos LGBTI o la inmigración, tiene un retraso de 45 puntos frente a Trump, según el agregador de encuestas RealClearPolitics.
– «Apoyo inquebrantable a Israel» –
La exembajadora ante la ONU Nikki Haley, actualmente en tercer lugar, ronda el 9%.
Las opiniones de esta mujer de 50 años sobre el aborto y la diplomacia han llamado la atención en debates anteriores, pese a que el formato, con hasta ocho candidatos en el escenario, propiciaba a menudo que todos hablaran al mismo tiempo.
Ahora, con tres candidatos menos, el debate podrá ser «más constructivo», declaró el martes en una entrevista con la AFP el empresario Vivek Ramaswamy, nueva figura emergente de la derecha estadounidense.
El senador Tim Scott y el exgobernador de Nueva Jersey Chris Christie, uno de los pocos críticos abiertos de Donald Trump, completarán el cartel el miércoles por la noche.
El Partido Republicano ha decidido organizar este debate en colaboración con la muy influyente Coalición Judía Republicana.
Una forma de reafirmar su «apoyo inquebrantable a Israel y a la comunidad judía», declaró la dirigente del partido, Ronna McDaniel, tras un fin de semana marcado por manifestaciones en Estados Unidos a favor de un alto el fuego en Gaza.