Trabajadores de la comida rápida en California aplauden aumento salarial
Los trabajadores de los restaurantes de comida rápida en California celebraron este lunes el aumento del mínimo salarial de 16 a 20 dólares por hora, a pesar de que especialistas advierten que los precios también subirán en ese ya costoso estado del oeste estadounidense.
Estos empleados de enormes franquicias que día y noche voltean hamburguesas y rellenan burritos tienen ahora garantizado uno de los salarios base más altos de Estados Unidos.
«Me ayudará a respirar un poco más tranquila a la hora de pagar el alquiler e incluso de comprar alimentos», dijo Angélica Hernández, que trabaja en un McDonald’s de Los Ángeles.
«En los 19 años que llevo trabajando en esta industria (…) tal vez 25 centavos era el máximo que tendríamos en un año si éramos ‘buenos trabajadores’, así que esto es un gran aumento», añadió.
Julieta García, empleada de Pizza Hut, consideró que dado el alto costo de vida en California, este aumento de 16 a 20 dólares por hora es muy importante.
«Vamos al supermercado con 100 dólares y no nos alcanza», dijo García, oriunda de Guatemala. «Nuestras rentas, año con año aumentan».
En California, más de medio millón de personas trabaja en el sector de la comida rápida, en cadenas reconocidas mundialmente pero también en marcas locales más pequeñas.
Tia Koonse, de la Universidad de California en Los Ángeles, afirma que la mayoría de los trabajadores de esa industria son mujeres y afroestadounidenses, con un salario promedio anual de 25.800 dólares, muy por debajo de la media estatal de 43.000 dólares.
«Existe la idea errónea de que los trabajadores de la comida rápida son adolescentes que trabajan por unas monedas», dijo a periodistas. «Pero la verdad es que bastante más de la mitad tiene más de 25 años… y una cuarta parte es en realidad el principal sostén económico de su hogar».
La norma promulgada en 2023 por el gobernador demócrata Gavin Newsom se aplica en establecimientos con reducido o ningún servicio de mesa y que tengan al menos 60 locales en todo el país.
Algunas cadenas han dicho que tendrán que subir los precios y advierten que las alzas salariales podrían acabar costando puestos de trabajo.
«Todo el mundo va a tener que pagar más», dijo Jack Hartung, director financiero de Chipotle Mexican Grill, citado por el Wall Street Journal.
– «Despidos» -Chipotle, cuyas oficinas centrales están en California, aumentó sus precios cuatro veces en los últimos dos años y dice que considera más incrementos de hasta 9% para cubrir el alza salarial.
Alexaner Johnson, quien opera en el área de la bahía de San Francisco varias franquicias de la pastelería Cinnabon y de la cadena de pretzels Auntie Anne’s, le dijo a ABC7 que consideraba despidos y aumentos para cubrir el alza de costos de 470.000 dólares.
«Significa que tenemos que subir los precios, algo que no queremos hacer», dijo.
Los economistas están divididos sobre los efectos del salario mínimo por hora, fijado en 7,25 dólares a nivel federal, aunque varía mucho de estado a estado.
Según un estudio reciente de la Oficina Presupuestaria del Congreso, elevar el mínimo federal a 17 dólares la hora podría ayudar a 18 millones de personas en los próximos cinco años, pero podría costar 700.000 puestos de trabajo.
Koonse sostiene que los despidos en California son improbables e innecesarios. «California ha agregado 142.000 empleos a la industria de comida rápida desde que el salario mínimo comenzó a subir en 2015», dijo.
Los puntos de venta en algunas de las ciudades más caras del estado ya están pagando al personal más de 20 dólares por hora, ya sea debido a las reglas locales o las fuerzas del mercado, explicó.
La académica añadió que los grandes de la industria registraron lucros récord desde 2018, impulsados aun más por la pandemia de covid-19.
«En vez de despidos, con certeza podrían compartir parte de esos lucros con los trabajadores más pobres de California», aseguró.