Senadores urgen la extensión del TPS
Victor Caycho
Washington Hispanic
l Estatus de Protección Temporal (TPS), que beneficia a más de 300 mil trabajadores salvadoreños, hondureños, nicaragüenses y haitianos se encuentra en cuenta regresiva y corre el peligro de ser recortado y hasta eliminado, de acuerdo a declaraciones de prominentes miembros de la actual administración.
Ante esa situación, un grupo de 22 senadores encabezados por Tim Kaine, de Virginia, y Ben Cardin, de Maryland, urgieron a los Departamentos de Estado y de Seguridad Nacional (DHS) extender el TPS, especialmente para los originarios de El Salvador y Honduras que actualmente residen en Estados Unidos.
En una carta que ellos suscriben, difundida el jueves 19, señalan que dichos trabajadores tienen una altísima participación en la fuerza laboral, y que incluso pueden ser de valiosa ayuda en las tareas de reconstrucción luego de los devastadores efectos de los huracanes Harvey e Irma.
“Ellos contribuyen a la economía estadounidense, pagan impuestos y apoyan a sus familias”, destacan en la misiva, y añaden que “el TPS permite que personas de países que sufren conflictos armados o un reciente desastre natural permanezcan en los Estados Unidos y trabajen legalmente”.
También mencionan que el plazo del actual periodo del TPS expira en enero para el caso de Honduras, y en marzo en el de El Salvador.
El canciller salvadoreño Hugo Martínez ya presentó oficialmente el pedido de extensión firmado por el presidente de su país, Salvador Sánchez Cerén.
Los senadores firmantes de la carta recordaron que todos los beneficiarios del TPS se encuentran registrados en la base de datos biométrica del DHS.
Estados Unidos otorga el TPS a ciudadanos de países que sufrieron desastres naturales. Honduras recibió la designación en 1999 tras la destrucción causada por el huracán Mitch y El Salvador ingresó a la lista en 2001 tras una secuencia de terremotos.
Los senadores argumentaron que ninguna de las dos naciones centroamericanas tiene los recursos o la capacidad para absorber el retorno repentino de decenas de miles de connacionales.
El retorno de esos inmigrantes “tendría consecuencias desestabilizadoras, debilitaría esfuerzos para la recuperación y agravaría obstáculos actuales para alcanzar un crecimiento económico sostenido” en la región, argumentaron los senadores en la misiva dirigida al secretario de Estado, Rex Tillerson, y a la secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke.
Además de Kaine y Cardin, el documento lleva la firma de los senadores Chris Van Hollen (D-MD), Elizabeth Warren (D-MA), Edward J. Markey (D-MA), Al Franken (D-MN), Robert Menéndez (D-NJ), Catherine Cortez Masto (D-NV), Kirsten Gillibrand (D-NY), Dianne Feinstein (D-CA).
Asimismo, de Richard Blumenthal (D-CT), Sherrod Brown (D-OH), Michael F. Bennet (D-CO), Kamala D. Harris (D-CA), Cory A. Booker (D-NJ), Christopher A. Coons (D-CT), Patrick Leahy (D-VT), Patty Murray (D-WA), Bernard Sanders (I-VT), Mark R. Warner (D-VA), Charles E. Schumer (D-NY) and Richard J. Durbin (D-IL).
También obispos
A esta campaña se sumó la Conferencia Nacional de Obispos Católicos (USCCB), que en un comunicado firmado por el obispo Joe S. Vásquez, de Austin, Texas, presidente del Comité sobre Migración de la Conferencia, advierte sobre el riesgo que significaría un retorno masivo de los beneficiaries del TPS a sus respectivos países.
Asimismo, urge a la administración Trump a extender el TPS para El Salvador y Honduras y también al Congreso, “para apoyar una acción legislative por los beneficiaries del TPS que han estado en Estados Unidos por muchos años.
La preocupación se incrementó desde que el gobierno estadounidense anunció en mayo que renovaría el TPS solamente por seis meses, y no los 18 meses habituales, a los 58.000 haitianos que el país cobija desde el terremoto de 2010.
Un total de 10 naciones gozan actualmente del TPS. La carta no mencionó el beneficio que actualmente ampara a 5.000 nicaragüenses y que también expirará en enero.