Republicanos cada vez más blancos; demócratas más inclusivos

AP
Washinton Hispanic

La disyuntiva que enfrenta el electorado el martes que viene se ve reflejada más vívidamente que en ningún otro sitio en la batalla por el control de la Cámara de Representantes. Los demócratas postulan más mujeres y candidatos de minorías que nunca, mientras que los republicanos tratan de conservar su mayoría apostando básicamente a hombres blancos.

Esta disparidad sigue una tendencia que se ha acentuado bajo el gobierno de Donald Trump, con dos partidos crecientemente en las antípodas tanto en cuando a políticas como en cuando a temas de género y raza. El resultado de esta dinámica es que, en una elección que tiene como trasfondo amenazas de bombas, violencia y un encendido debate sobre la inmigración, los dos grandes partidos ofrecen al electorado versiones radicalmente opuestas de liderazgo para el país.

Los demócratas postulan a 180 mujeres a la cámara baja, lo que es un récord, y podrían terminar con más de 100 en ese cuerpo. Los republicanos, en cambio, corren peligro de tener menos mujeres que en la actualidad por el retiro de algunas y las posibilidades de que otras no sean reelegidas. En términos generales, casi nueve de cada diez representantes republicanos serán hombres blancos cuando se reanude la sesión del Congreso en enero.

Las divisiones son más grandes todavía en el plano racial. Los republicanos cuentan actualmente con una docena de miembros de minorías en la Cámara de Representantes y esa cifra no cambiará mucho después de las elecciones. La ausencia de miembros de las minorías se hace evidente cuando hay reuniones grandes.

Los afroamericanos, hispanos y asiáticos, por su parte, son casi la mitad del bloque demócrata en la cámara baja. Y por primera vez, menos de la mitad de los candidatos demócratas a esa cámara son hombres blancos. Esto constituye “un cambio histórico”, según la Reflective Democracy Campaign, agrupación que promueve la diversidad en todos los órdenes de la vida.

Es previsible que después de la votación del martes el 87% de los representantes republicanos sean hombres blancos, comparado con solo el 37% de los demócratas, de acuerdo con David Wasserman, quien analiza asuntos raciales para el Cook Political Report.

Marc Hetherington, profesor of ciencias políticas de la sede de Chapel Hill de la Universidad de Carolina del Norte, dijo que la tendencia actual no es nueva. “Hay una explicación relativamente fácil: En los últimos 20 años el Partido Republicano se ha transformado en un partido de blancos”, manifestó. “Mientras que los demócratas han pasado a ser el partido de las minorías”.

Los expertos debaten si las bajas tasas de aprobación del Congreso –actualmente del 21%– responden al hecho de que los legisladores, sobre todo los republicanos, no reflejan el país que representan, según Matt Barreto, profesor de UCLA que además trata de movilizar el electorado hispano.

Los demócratas necesitan conquistar 23 bancas para tener la mayoría en la cámara baja el martes.

“La gente está frustrada”, comenta la optómetra Lisa Bennett, quien dice que quiere que los legisladores escuchen a los votantes. “No debería ser necesario que una se tenga que parar frente a un ascensor para gritarle a su representante”, acotó, aludiendo a un episodio ocurrido durante la confirmación del juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh.

La brecha en la diversidad de los dos grandes partidos ha ido aumentando desde las batallas por los derechos civiles de la década de 1960, años en los que los blancos gravitaron hacia los republicanos y ese partido perdió arrastre entre los negros.

Los republicanos se fijaron el objetivo de captar más votos de las minorías, sobre todo de los hispanos, después de los reveses del 2012, pero Trump dio marcha atrás con esa estrategia tras su victoria en el 2016, que demostró que pueden ganar restándole votos blancos a los demócratas.