No sabían cómo ubicar a niños separados
Redacción
Washington Hispanic
Un reporte de 60 páginas de la Inspectoría General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) determinó que miles de familias migrantes fueron separadas por agencias del gobierno y enviadas a distintos puntos del país, pese a conocer que no contaban con la tecnología necesaria para rastrear su ubicación.
Esta situación provocó que muchos padres detenidos durante semanas después de ingresar por la frontera y pedir asilo o refugio en Estados Unidos estuvieron detenidos durante semanas sin saber en dónde estaban sus hijos. Tuvieron que pasar meses hasta que lograron ser reunificados y algunos todavía no lo consiguen, señalaron fuentes de organizaciones de defensa de los inmigrantes.
La mayoría de estas separaciones se llevaron a cabo el primer trimestre del 2018, aunque la Patrulla Fronteriza había llevado a cabo un programa piloto a mediados del año anterior. Una política de “cero tolerancia” había sido puesta en marcha por la Administración y funcionarios de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) estimaron en mayo de 2018 que iban a ser separados más de 26 mil niños ese año.
Finalmente, alrededor de 5 mil 400 niños fueron separados de sus padres entre el 1 de julio de 2017 y el 26 de junio del 2018, de acuerdo a fuentes oficiales.
Sin embargo, gracias al dictamen de un juez federal, la orden de separación de las familias fue bloqueada. Posteriormente el presidente Donald Trump puso fin a esa política de “cero tolerancia”, a través de un decreto ejecutivo.
La reunificación fue caótica porque fue coordinada por correo electrónico y no por un sistema compartido al que pudieran ingresar las tres agencias involucradas.