Niegan Asilo a Abrego García

Un juez de inmigración en Baltimore rechazó reabrir el caso de asilo de Kilmar Abrego García, un ciudadano salvadoreño cuya batalla legal ha captado la atención nacional y se ha convertido en un símbolo dentro del debate migratorio en Estados Unidos. Aunque la decisión representa un revés, no es definitiva: Abrego García tiene 30 días para apelar ante la Junta de Apelaciones de Inmigración.

Abrego García ha residido durante algunos años en Maryland junto a su esposa e hijos estadounidenses. Entró ilegalmente al país cuando era adolescente y fue detenido por las autoridades migratorias en 2019. Ese mismo año solicitó asilo, argumentando que enfrentaría peligro si era devuelto a El Salvador, donde pandillas habían amenazado a su familia. Sin embargo, su petición fue rechazada porque la presentó más de un año después de su llegada, lo que lo hacía inelegible bajo la ley estadounidense. Aun así, un juez reconoció el riesgo en su país natal y dictaminó que no podía ser deportado allí.

El caso dio un giro dramático durante la administración de Donald Trump. En marzo de 2020, Abrego García fue deportado por error a El Salvador a pesar del fallo previo que lo protegía. Fue encarcelado en una de las prisiones más temidas del país, donde asegura haber sufrido golpizas, privación del sueño y tortura psicológica. Su detención provocó protestas de grupos defensores de inmigrantes y se convirtió en un emblema de las políticas migratorias más estrictas del gobierno. Tras una serie de presiones legales, el gobierno lo retornó a Estados Unidos, aunque inmediatamente lo acusó de tráfico de personas.

Estos cargos penales se derivan de una detención de tránsito ocurrida en Tennessee en 2022 y aún no se resuelven. Al mismo tiempo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) intentó deportarlo a terceros países. Primero se mencionó Uganda y luego Esuatini, una pequeña monarquía en el sur de África, a pesar de que Abrego García no tiene vínculo alguno con esas naciones. Sus abogados calificaron estas propuestas como una represalia por desafiar al gobierno.

Si su apelación fracasa, las consecuencias podrían ser graves. Abrego García perdería la protección que impide su deportación y correría el riesgo de ser enviado a El Salvador, donde afirma haber sido maltratado brutalmente en prisión. El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, ha rechazado tales denuncias, aunque organizaciones de derechos humanos continúan alertando sobre las condiciones en las cárceles del país, en particular el centro de máxima seguridad conocido como CECOT.