Muerte de juez Scalia desata pugna política
Víctor Caycho
Washington Hispanic
a muerte sorprendió al juez de la Corte Suprema, Antonin Scalia, mientras dormía en un rancho de Texas –hasta donde había viajado en un vuelo privado desde Washington DC para un viaje de caza-, el sábado 13 de febrero.
Scalia, de ascendencia italiana, nacido en Trenton, Nueva Jersey, hace 79 años, había asistido la noche del viernes a una fiesta privada a la que asistieron unas 35 personas. Al parecer, todos habían sido invitados por el magnate texano John B. Poindexter, propietario del rancho Cibolo Creek.
La mañana siguiente el juez supremo no apareció para el desayuno por lo que se despachó a una persona a su habitación, la que encontró el cuerpo inerte.
El imprevisto deceso de Scalia, quien fue nombrado en 1986 por el entonces presidente republicano Ronald Reagan y llevaba 29 años y cuatro meses en el cargo –el cual es de carácter vitalicio-, conmocionó no sólo a los ámbitos judiciales sino a todos los sectores políticos de toda la nación, por tratarse de un reconocido juez conservador que ayudó a moldear leyes de gran peso a lo largo de su extenso periodo.
Líderes republicanos, entre ellos los precandidatos presidenciales de ese partido, adelantaron el domingo 14 que no debe aprobarse un candidato del presidente Barack Obama para reemplazar a Scalia y mas bien sugirieron que ese trámite debería corresponder a su sucesor.
Obama respondió el martes 16 desde California anunciando que nombrará un candidato
“indisputablemente calificado” para la Corte Suprema, de acuerdo al ordenamiento jurídico y al mandato de la Constitución del país.
El áspero debate generado por el deceso de Scalia logró lo inimaginable hasta hace pocos días: que la Corte Suprema quede dividida en partes iguales de 4 magistrados cada uno, de acuerdo a sus tendencias progresistas o conservadoras. Uno de ellos, el juez supremo Anthony Kennedy es considerado “fluctuante”, pues su voto puede ir a uno y otro lado de ese esquema.
Esto es de suma importancia porque se quiebra la mayoría conservadora en la más alta corte de justicia de la nación, justo cuando está por decidir si las acciones ejecutivas migratorias del presidente Obama tienen luz verde o se mantienen bloqueadas por orden de un tribunal inferior. Scalia era uno de los más hostiles críticos de una medida de alivio migratorio.
La designación ofrecida por Obama puede llevar a un quinto juez progresista y por primera vez en muchos años los conservadores estarían en minoría.
Sin embargo, el Senado de mayoría republicana debe confirmar al nominado por el presidente. Varios senadores republicanos ya adelantaron opinión y dijeron que no aprobarán ninguna candidatura propuesta por Obama.