Más control de armas, ¡ahora!
Víctor Caycho
Washington Hispanic
l senador demócrata Chris Murphy pronunció un maratónico discurso de más de 15 horas seguidas que concluyó el jueves 16, exigiendo que la Cámara Alta vote sobre medidas de control de armas y así cerrar el vacío legal que permite la venta de armas a supuestos terroristas. Señaló que eso ocurrió con Omar Mateen, el autor de la matanza en un club de Orlando, Florida, que dejó un saldo de 49 muertos y 53 heridos la madrugada del domingo 12 de junio.
Más de 30 senadores demócratas respaldaron la posición de Murphy, quien también recordó el tiroteo de diciembre de 2012 que mató a 20 niños en la escuela elemental Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, el estado que él representa.
A las 2:10 de la madrugada del jueves 16, Murphy cedió la palabra a otros colegas, entre ellos el senador Tim Kaine, de Virginia, y anunció que varios líderes republicanos se habían comprometido a celebrar votaciones dirigidas a ampliar la revisión del historial de los compradores y prohibir la venta de armas a posibles terroristas.
La primera votación se daría este martes 21, “sobre enmiendas “de sentido común”, que “podrían cerrar el vacío existente en la lista de vigilancia de terroristas e implementar una revisión de antecedentes de carácter universal”, explicó Kaine.
Según confirmó la policía federal (FBI), Mateen fue incluido en 2013 en una lista de vigilancia como sospechoso de estar implicado en actividades terroristas.
Mateen, ciudadano estadounidense de 29 años nacido en Nueva York de padres afganos, pudo adquirir un fusil de asalto, con el que entró al club gay Pulse de Orlando, donde se celebraba una “Noche Latina” y disparó a matar en la peor balacera que registran los anales de EEUU. El atacante se enfrentó a tiros con las fuerzas especiales SWAT, que finalmente le dieron muerte.
Dolor nacional por matanza en Orlando
Por: Jason Dearen, Sergio Bustos y Tamara Rush
Orlando, Florida / AP
La matanza ocurrida en la madrugada del domingo 12 de junio, que dejó un saldo de 49 muertos y 53 heridos, sacudió al país y ensombreció a Orlando, ciudad conocida en todo el mundo por ser hogar de Walt Disney World y de otros parques temáticos.
El director del FBI, James Comey, sostuvo que el sospechoso Omar Mateen tenía “fuertes indicios de radicalización” y que probablemente estaba inspirado por organizaciones terroristas extranjeras.
Agregó que Mateen llamó al número de emergencias 911 más o menos al mismo tiempo que sucedió el ataque y no solo expresó su lealtad al grupo extremista Estado Islámico, sino también su solidaridad con los hermanos Tsarnaev –autores de los atentados al Maratón de Boston- y con un suicida que se inmoló en nombre del Frente al-Nusra, un grupo rival del Estado Islámico.
El FBI lo investigó durante 10 meses a partir de mayo de 2013, después de que se supo que hizo comentarios incendiarios en apoyo de terroristas.
Comey señaló que los investigadores lo siguieron e intervinieron algunas de sus comunicaciones, pero Mateen aseguró haber hecho tales declaraciones disgustado porque sus compañeros de trabajo lo fastidiaban por ser musulmán. El funcionario declaró que la investigación se dio por concluida.
En la Casa Blanca, el presidente Barack Obama expresó que no hay clara evidencia hasta ahora de que Mateen se inspirara en el Estado Islámico. Agregó que se inspiró en información radical que vio en internet, y explicó que se trataba de otro ejemplo de “extremismo de origen interno”.
Luto latino
Después de la tragedia, cuando los nombres de las víctimas del peor tiroteo masivo en la historia moderna de Estados Unidos son leídos en voz alta durante ceremonias en diferentes partes del mundo, los apellidos resaltan:
Martínez.
Fernández.
Guerrero.
La mayoría de los 49 muertos a tiros eran hispanos –23 puertorriqueños, tres mexicanos, un venezolano y un salvadoreño entre ellos-, y la tragedia ha dejado desconsolada a la comunidad hispana de Florida por la muerte de tantos jóvenes. Muchos además eran gays, lo que quiere decir que la noche del sábado 11 en el club Pulse fue la intersección que el destino deparó a dos comunidades muy unidas, que hasta hace poco existieron en el margen de la sociedad central de Florida.
“Como hispanos, ya sentimos el temor de ser excluidos”, afirmó la residente de Orlando Nicole Neko Montalvo, de 34 años. “También sentimos ese temor como homosexuales. Ser blanco por ambos flancos es demasiado”, dijo.
Muchas personas tienen la esperanza de que este tiroteo haga más tolerantes e incluyentes a todos, gays, heterosexuales, blancos, latinos y afroamericanos.
“Está abriendo los ojos a nuestra comunidad”, dijo Jason Primar, cuyos amigos, Xavier Serrano Rosado y Leroy Valentín Fernández, murieron en el tiroteo. Primar también asistió a la vigilia y, llorando, soltó un globo para recordar a sus amigos.
“Es hora de que todos nos acepten”, dijo. “Por amor, no por odio”.
La última llamada
– El responsable de la discoteca, Eddie Justice, envió un mensaje de texto a su madre, Mina: “Mamá te quiero. Hay disparos en el club”.
– Unos 30 minutos después, mientras estaba escondido en un baño, volvió a escribirle: “Ya viene. Voy a morir”.
– Justice entraría más tarde en la lista de los fallecidos en la balacera.