Evacuaciones y rescates por inundaciones en el noreste de EEUU

Equipos de rescate se dirigían a Vermont el lunes después de que las fuertes lluvias azotaron partes del noreste de Estados Unidos, inundando caminos, forzando evacuaciones y afectando algunos vuelos. Una persona murió en el valle del Hudson, en Nueva York, mientras intentaba huir de su residencia anegada.

Mike Cannon, de la agencia de Búsqueda y Rescate Urbano de Vermont, dijo que cuadrillas de Carolina del Norte, Michigan y Connecticut eran algunas de las que trabajaban para ingresar a poblados que quedaron inaccesibles por las lluvias torrenciales azotaron el estado, como Londonderry y Weston. También se vigilaba de cerca el nivel del agua en varias presas.

El Cuerpo de Ingenieros del Ejército dijo a última hora del lunes que preveía que dos presas liberaran agua durante la noche, causando “graves inundaciones” río abajo que probablemente afectarían a varias ciudades.

Las inundaciones afectaron la capital de Vermont, y el administrador de Montpelier, Bill Fraser, calculó que las anegaciones — en las que el agua llegaba a las rodillas — abarcaban buena parte del centro de la ciudad, y se preveía que el nivel del agua aumentara otros 60 centímetros (2 pies) durante la noche. Montpelier no sufrió grandes estragos durante la llegada de la tormenta tropical Irene en 2011.

“Para nosotros, esto es mucho peor que Irene. Cayó agua, pero fue algo pasajero. Se inundaron algunos sótanos, pero no duró mucho”, comentó Fraser, quien comparó esta inundación con la acumulación de hielo de 1992. “Estamos completamente inundados. El nivel del agua es mucho más elevado de lo que llegamos a tener en cualquier momento con Irene”.

Durante Irene, Vermont recibió 28 centímetros (11 pulgadas) de lluvia en 24 horas. La tormenta cobró la vida de seis personas en todo el estado, arrancó residencias de sus cimientos y dañó o destruyó más de 200 puentes y 805 kilómetros (500 millas) de carreteras.

Hasta el momento no se han recibido reportes de heridos o fallecidos relacionados con las más recientes inundaciones en Vermont, según funcionarios estatales de emergencias. Los caminos de todo el estado permanecían cerrados.

Algunas personas llegaron en canoas hasta la iglesia bautista Cavendish en Vermont, la cual fue habilitada como albergue. Alrededor de 30 personas se encontraban en el lugar, algunas de las cuales hornearon galletas para los bomberos que colaboraban en la evacuación y rescate de residentes.

“La población está bien. Sólo es algo estresante”, dijo Amanda Gross, una de las voluntarias del albergue.