Ejecutan a un reo en Alabama con un método cuestinado por la ONU

Demetrius Frazier, un estadounidense de 52 años condenado a muerte hace casi tres décadas por la violación y el asesinato de una mujer, fue ejecutado este jueves en Alabama mediante inhalación de nitrógeno, un método cuestionado por Naciones Unidas.

 



Es la cuarta vez que se utiliza ese gas para ejecutar un preso en ese estado del sureste de Estados Unidos, el único que ha empleado ese protocolo estrenado en el mundo hace un año. Otras regiones recurren a las inyecciones letales.

 

La ejecución por inhalación de nitrógeno, que provoca la muerte por hipoxia (deficiencia de oxígeno), es criticada por la ONU, que la califica de «método no probado» que podría «constituir tortura o trato cruel, inhumano o degradante». La Unión Europea la tacha de «particularmente cruel».

 

Frazier había sido sentenciado a muerte en 1996 por la violación y el asesinato de Pauline Brown cinco años antes en Birmingham, Alabama.

 

El hombre irrumpió en el apartamento de Brown, de 40 años y madre de dos hijos, la violó y le disparó en la cabeza.

 

Según documentos judiciales, Frazier, quien era afroestadounidense, acusó durante el juicio al jurado, predominantemente blanco, de ser racista.

 

El hombre ya había sido condenado por violación y asesinato en 1992 de Crystal Kendrick, una niña de 14 años, en el estado de Míchigan, donde no existe la pena de muerte.

 

Cumplía allí cadena perpetua por el asesinato de la menor y otras dos condenas por violación.

 

Frazier fue transferido a Alabama en 2011. Sus apelaciones para ser encarcelado en Míchigan y contra el método de ejecución por inhalación de nitrógeno fueron rechazadas por los tribunales estadounidenses.

 

Fue ejecutado finalmente este jueves en una prisión de Atmore. El Departamento Correccional de Alabama informó que fue declarado muerto a las 18H36 locales (00H36 GMT).

 

Esta es la tercera ejecución en Estados Unidos en 2025. Hubo 25 en 2024 y 24 en 2023.

 

La pena de muerte, defendida por el presidente Donald Trump «para los crímenes más viles», ha sido abolida en 23 de los 50 estados estadounidenses. Otros tres, California, Oregón y Pensilvania, han emitido moratorias.