Contradicciones de senador EEUU sobre México
Washington Hispanic
AP
n senador de Indiana que despotricó contra la empresa Carrier Corp. por trasladar plantas a México se beneficia de negocios familiares que dependen de la mano de obra mexicana, según documentos revisados por la Associated Press.
Joe Donnelly, considerado uno de los senadores demócratas más vulnerables en las próximas elecciones legislativas, siempre ha dicho que las políticas de libre comercio eliminan plazas de trabajo en Estados Unidos. Y acusó a Carrier, fabricante de acondicionadores de aire y de calderas, de explotar la mano de obra barata de México, donde se paga tres dólares la hora, cuando anunció que planeaba reducir su presencia en Indiana y trasladar parte de sus operaciones a México.
Sin embargo, una empresa que la familia Donnelly tiene desde hace generaciones saca provecho de algunas de las política comerciales –y de la mano de obra barata del extranjero– que el senador denuncia.
Durante más de un año, Stewart Superior Corp. y sus subsidiarias han estado enviando miles de kilos de materiales a México, donde la firma tiene fábricas que producen almohadillas para tinta y otros artículos, de acuerdo con documentos de aduanas de Panjiva Inc, que monitorea las importaciones y exportaciones de Estados Unidos. El producto final es luego traído a una instalación que la empresa tiene en California, según esa información.
Steward Superior, que también tiene una operación en LaPorte, Indiana, dice en su portal que la fábrica de la empresa en México “ofrece una producción económica, con costos competitivos”.
Si bien la firma es manejada por un hermano de Donnelly, el senador sirvió como ejecutivo y asesor general antes de ser elegido por primera vez para el Congreso en el 2006. En documentos de sus finanzas presentados en mayo, Donnelly dijo que es propietarios de acciones por valor de 50.000 dólares en la empresa y que ganó entre 15.001 y 50.000 dólares en dividendos tan solo en el 2016.
“Joe se enorgullece de apoyar compañías buenas que generan empleos de calidad en Indiana, incluida Stewart Superior”, dijo el director de campaña de Donnelly, Peter Hanscom, en un correo electrónico enviado a la AP. “A lo largo de su carrera, Joe Donnelly siempre luchó por generar igualdad de condiciones para los trabajadores de Estados Unidos, incluida la renegociación del NAFTA, y seguirá haciéndolo”, agregó, usando las siglas en inglés del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Alejandro Ruelas Gossi, experto en asuntos comerciales de América Latina, dijo que la participación de Donnelly en la empresa constituye un acto de “hipocresía” a la luz de su fuerte condena del TLCAN y de otros acuerdos de libre comercio parecidos.
“Generan pobreza, porque los empleos que crean pagan muy poco. Generan mala calidad de vida. No es bueno para Estados Unidos y no es bueno para México”, sostuvo Ruelas Gossi, que enseñó en la School of Business de la Universidad de Miami y ha escrito sobre el comercio en América Latina para la Harvard Business Review.
Durante la campaña presidencial del año pasado, la fórmula de Donald Trump y Mike Pence, gobernador de Indiana, defendió a los trabajadores que se quedaban sin empleo por el traslado de Carrier a México.
Donnelly criticó directamente a la empresa, denunciando la codicia de firmas como ella, en términos muy parecidos a los de la campaña de Trump, que también habla pestes del TLCAN.
El TLCAN permite a empresas como Carrier “trasladar empleos a México, donde pagan tres dólares la hora, beneficiándose de la mano de obra más barata que se puede conseguir, y después traer de vuelta los productos a Estados Unidos”.
Menos de un mes después de que Trump ganó las elecciones, Carrier anunció un acuerdo por el cual preservaría unos 800 empleos en Indianápolis. Donnelly le agradeció a Trump por su papel en el acuerdo y se comprometió a apoyarlo en sus esfuerzos por evitar que las empresas desplacen sus operaciones a otros países.
Los partidarios de programas como el que Stewart Superior usa en sus operaciones de México aducen que generan empleos en el país vecino al tiempo que permiten a las empresas estadounidenses evitar algunos impuestos y tarifas aduaneras. El TLCAN ha hecho que esos programas resultan más atractivos todavía para las firmas estadounidenses.
Los detractores de ese concepto dicen que se están bajando los sueldos, se están trasladando empleos al exterior y se está condenando a los trabajadores mexicanos a un ciclo de salarios bajos y pobreza.
Al postularse por primera vez como representante en el 2004, Donnelly, quien estuvo tres períodos en la cámara baja antes de llegar al Senado, denunció el TLCAN y la práctica de “outsourcing”, o tercerizar, que el senador describe como “una forma sofisticada de decir que ‘alguien en Indiana se quedó sin trabajo’”.
Donnelly promueve un proyecto de ley llamado “el fin del outsourcing” que obligaría a las empresas revelar si está trasladando empleos al exterior, negaría algunos beneficios impositivos e incentivos económicos a esas firmas y requeriría que el gobierno nacional tome en cuenta las políticas de tercerización de una compañía al conceder contratos”.
Donnelly, el único legislador demócrata de Indiana, un estado dominado por los republicanos, enfrenta una dura campaña de reelección en el 2018. Ya hay dos representantes republicanos, Luke Messer y Todd Rokita, que expresaron interés en esa banca.
“He peleado junto a estos trabajadores por años, diciendo que tenemos la obligación de garantizar que las políticas federales benefician a la economía de Estados Unidos y que alentamos la inversión en el sustento de nuestra economía, que son los trabajadores, sus familias y nuestras comunidades”, escribió Donnelly en noviembre en una carta a Trump en la que exhortó al presidente a defender las mismas posturas.