Biden viaja a Angola para cumplir in extremis su promesa de visitar Africa

El presidente Joe Biden prometió visitar Africa durante su mandato, y lo hará in extremis esta semana antes de dejar la Casa Blanca en enero, para reafirmar las ambiciones de Estados Unidos en el continente ante el avance de China.
Biden, que devolverá el poder a Donald Trump el 20 de enero, estará en Luanda desde el lunes al miércoles.
El demócrata de 82 años tenía previsto este viaje para octubre, pero lo anuló por el paso de un huracán en Florida.
El viaje es el primero de un presidente estadounidense a Africa desde 2015, y el primero a Angola, un país petrolero con costa al Atlántico.
«No es ni poco, ni tarde», afirmó un alto funcionario estadounidense a periodistas. «Pienso que luego de años de no estar presentes (en la región), el presidente Biden nos devolvió al juego».
Biden mencionará varias inversiones en el país y la región, comenzando por el «corredor de Lobito», un gigantesco proyecto de vía férrea que une el puerto angoleño de Lobito con la República Democrática del Congo, con un ramal hacia Zambia, para transportar materias primas estratégicas como el cobre y el cobalto.
En 2023, Biden recibió a su par angoleño, Joao Lourenço. En ese entonces, calificó el proyecto, también apoyado por la Unión Europea, como la inversión «más importante» de Estados Unidos en trenes en Africa.
Biden se reunirá con el mandatario anfitrión, pronunciará un discurso, y hará anuncios sobre salud, agricultura, cooperación militar y preservación del patrimonio cultural.
Organizaciones de Derechos Humanos pidieron a Biden que se refiera a la situación en Angola.
Según Amnesty International, la policía angoleña mató al menos a 17 personas en tres años en manifestaciones. Biden también debe pedir que Angola «libere inmediatamente a cinco críticos del gobierno detenidos arbitrariamente por más de un año», indicó la ONG.
El alto funcionario estadounidense señaló que los gobiernos africanos están buscando alternativas a la inversión china, especialmente cuando su consecuencia es «vivir bajo el peso de enormes deudas por generaciones».
Angola debe a China 17.000 millones de dólares, alrededor del 40% del total de su pasivo.