Alertan contra uso excesivo de redes sociales
Víctor Caycho
Washington Hispanic
Profesores y maestros de escuelas del país lanzaron una alerta esta semana, luego de investigar y verificar el alto nivel de estrés y el aumento de la ansiedad y la depresión entre los estudiantes, causados por el uso constante de los teléfonos celulares como vehículo de acceso a las redes sociales.
Este fenómeno es tan grave que un reciente boletín de la Asociación Nacional de Educadores (NEA, por sus siglas en inglés) lo consideró “un tsunami que afecta la salud mental” de los adolescentes.
Esta situación se vive en toda la nación, especialmente en las grandes ciudades, de la que no escapa el área metropolitana de Washington, DC, según reconoció el educador Luis Cardona, actual administrador del Programa de Desarrollo Positivo Juvenil en el Departamento de Salud y Servicios Humanos del condado de Montgomery, Maryland.
“En efecto, tenemos muchas preocupaciones por el aspecto emocional de nuestros jóvenes debido a su acceso excesivo a la tecnología”, dijo Cardona el jueves 13 en declaraciones a Washington Hispanic, tras señalar que hablaba a título personal y profesional.
“En mi familia tratamos de reducir el tiempo que mis hijos –de 9 y 5 años-, tienen el celular y sus vínculos con las redes sociales”, afirmó.
Dijo que él y su esposa “buscamos la manera de distraer a nuestros hijos con actividades no solo dentro de la casa sino fuera de ella”, aunque admitió que “no siempre es fácil, especialmente cuando los padres no pueden pasar el tiempo necesario con sus hijos, y dejan que los chicos, sin importar la edad que tengan, agarren el iPhone o la tableta sin ninguna restricción”.
“Tiene que darse un balance y ponerse límites en este acceso a la tecnología y a las redes sociales porque, como todo en la vida, el exceso nunca es saludable ni bueno”, explicó.
Cardona –quien es educador y ha dictado conferencias a nivel de la universidad y en las escuelas del condado- dijo conocer a muchos especialistas y psicólogos que buscan el modo de educar a las familias, a los padres y a los jóvenes sobre este tema. “Realmente es una crisis que afecta a todas las comunidades, entre ellas a las familias hispanas”, puntualizó.
Al respecto, señaló que cada vez más hogares ven a sus estudiantes afanosos de comunicarse con sus celulares “y no dejan de textear, revisar sus emails y enviar o recibir mensajes incluso en la mesa a la hora de la merienda y hasta en la cocina. Lo mismo ocurre en los salones de clases y en otros ambientes de las escuelas”.
Señaló que el informe sobre esta crisis destaca la necesidad que tienen los jóvenes de sentirse conectados. “Porque si no se conectan con su familia en el hogar entonces buscan otros modos, y allí surge otro gran riesgo, ya que lo encuentran en la calle y a veces con las pandillas, lo que es un escape sumamente peligroso”.
Cardona indicó que por tales razones, “es necesario que nosotros como padres podamos entender esto y tomemos en cuenta la necesidad e importancia de mantener a nuestros hijos conectados con la familia y con elementos de la vida que están fuera de las redes sociales”.
Por otro lado, Jean Twenge, profesora de psicología de la Universidad Estatal de San Diego, California, una estudiosa de esta situación, reveló que los estudiantes le comentan que “se sienten obligados a tener teléfonos y participar en las redes sociales”.
Twnege añadió que esto no solo les distrae en las clases sino les hace perder el sueño y reduce también el contacto personal necesario para la salud mental. Para ella no es una coincidencia que se esté dando un aumento en los trastornos mentales de los jóvenes desde la llegada de los teléfonos celulares.
INFLUENCIA NOCIVA QUE PREOCUPA CADA VEZ MÁS
• El 70 por ciento de los estudiantes reconoce que abundan los problemas de ansiedad y depresión entre ellos, según un informe del Centro de Investigaciones Pew, difundido en febrero.
• El 60 por ciento de los padres dijo que les preocupa la influencia de las redes sociales en la salud física y mental de sus hijos, de acuerdo a un estudio sobre estrés elaborado por la Asociación Psicológica Nacional.