Chefs de El Salvador visitan escuela Carlos Rosario
Jossmar Castillo
Washinton Hispanic
La escuela para adultos Carlos Rosario se vistió de fiesta la tarde del pasado martes para darle la bienvenida a la primera delegación administrativa del centro educativo ITCA-FEPADE que forman parte del programa de intercambio por el Acuerdo de Hermanamiento entre las ciudades de Washington y San Salvador, que se consiguió en agosto del año pasado.
Las emociones de los visitantes, representantes del gobierno local, de El Salvador, Carlos Rosario y los patrocinadores estaban a flor de piel, ya que se trató del primer resultado concreto de un acuerdo que, según la directora de Asuntos Latinos en la alcaldía de Washington, tardó unos 11 años de cabildeo para que se hiciera una realidad.
Los chefs Walter Araujo, Ronaldo Mendoza, y Julio Osvaldo Quintero, se embarcaron en un programa de tres semanas, cuyo objetivo principal es el de obtener una certificación en Seguridad Alimentaria bajo los estándares de los Estados Unidos, y a la vez compartir e intercambiar conocimientos con los miembros del departamento de Artes Culinarias de la escuela Carlos Rosario.
“Creemos en la educación y que esta es la clave para crear mejores vidas. Vamos a trabajar para hacer de esto una buena relación para desarrollarnos. Vamos a trabajar juntos, ganar experiencias y compartir prácticas”, dijo Nidia Ochoa, gerente de la Academia de Artes Culinarias y Pequeños Negocios de ITCA-FEPADE, quien también participa del intercambio.
La alcaldesa Muriel Bowser viajó a El Salvador el verano del año pasado con una delegación de 50 personas que representaban a diferentes delegaciones. Carlos Rosario, cuyo cuerpo estudiantil está compuesto en su mayoría por nacionales de El Salvador, fue una de las organizaciones presente.
“Cuando nos invitaron a El Salvador no lo pensamos por mucho tiempo. Fue muy rápido porque sabíamos que era algo que debíamos hacer”, señaló Allison Kokkoros, directora ejecutiva de Carlos Rosario. Benjamín Velásquez y Alejandra Amaroli, nativos de El Salvador, trabajaron en hacer de la asociación entre Carlos Rosario e ITCA-FEPADE una realidad.
“Y que esta colaboración sea una realidad también se la debemos a nuestros patrocinadores, quienes dijeron presente cuando se les necesitaba”, mencionó Kokkoros dirigiéndose a miembros de la Cámara de de Comercio Hispana de Washington, la aerolínea Volaris y otra decena de organizaciones e individuos presentes en el evento que tuvo lugar en el nuevo Sonia Gutiérrez Campus.
Se espera que en el verano viaje una delegación de la escuela de Washington a San Salvador, con el deseo de que adquieran conocimientos y “la competencia cultural” para impartir lecciones y conocimientos a la comunidad inmigrante latina de Washington.
Jackie Reyes Yanes, de la Oficina de Asuntos Latinos, manifestó que este acontecimiento es una muestra de lo que significan los valores de la ciudad de Washington, y leyó una carta de la alcaldesa Bowser, donde se mostraba complacida por la visita de los salvadoreños.
“Cuando fuimos a El Salvador nos trataron como si estuviéramos en casa, y nosotros planeamos hacer lo mismo”, dijo Reyes Yanes.
El evento sirvió también como plataforma para que Kokkoros le entregara un reconocimiento a Reyes Yanes y a Rosibel Arbaiza, vicepresidenta del festival Fiesta DC ambas con orígenes salvadoreños, como las gestoras del Acuerdo de Hermanamiento.
Y se puede decir que literalmente los visitantes están en casa, pues durante las tres semanas se hospedarán con miembros de la escuela Carlos Rosario, haciendo la experiencia aún más acogedora.
2500 Estudiantes al año en Carlos Rosario