Ardiente debate sobre las armas en Maryland

Víctor Caycho
Washington Hispanic

Al igual que en varios estados de la nación, Maryland y Virginia se convirtieron en los últimos días en el centro de un arduo y polarizado debate luego de la presentación de leyes estatales relacionadas con el uso de las armas de fuego.

Al cierre de esta edición, en la ciudad de Annapolis, donde se encuentra la sede de la Asamblea Legislativa de Maryland, estaba a punto de votarse una polémica legislación republicana que permitiría el uso de las armas de fuego entre los maestros y empleados de las escuelas y también entre los feligreses que asistan las iglesias.

«Debemos permitir que las juntas escolares locales tengan la oportunidad para decidir si ciertos miembros del personal escolar puedan o no estar armados para proteger a nuestros estudiantes», afirmó el delegado republicano Rick Impallaria, quien representa al condado de Harford, Md.

Fue el presidente Donald Trump quien sugirió que los maestros puedan usar armas, luego de los trágicos sucesos del mes pasado en una escuela de Florida.

La iniciativa es sólo una de decenas de proyectos relacionados con el uso de ese tipo de armas que se discutían esta semana en la Cámara Baja de la Asamblea Legislativa de Maryland.

Un alto representante de la Asociación de Educadores del Estado de Maryland respondió de inmediato a la propuesta, y la calificó de «una mala idea». Sean Johnson, director ejecutivo adjunto de ese gremio consideró que «esa es una mala idea porque nosotros no queremos armas en nuestras escuelas».

El presidente Trump, quien asistió días atrás a una Conferencia del grupo Conservative Political Action, en el condado de Prince George’s, Maryland, atizó el fuego causado por el polémico debate al acusar a la oposición demócrata de pretender arrebatarles la Segunda Enmienda, que permite el uso libre de las armas en el país.

«Ellos quieren quitarles su Segunda Enmienda, pero nunca permitiremos que ello suceda», dijo en medio de una cerrada ovación de la multitud de conservadores.

Simultáneamente, el senador demócrata Ben Cardin, quien representa a Maryland en el Capitolio de Washington, visitó la escuela secundaria Wilde Lake, precisamente para hablar sobre el candente tema y la seguridad de los centros de estudio, como secuela de la masacre en una escuela en Parkland, Florida, donde murieron 17 estudiantes y maestros. También la secundaria Wilde Lake sufrió recientemente la violencia de las armas, que acabó con la vida de la maestra Laura Wallen.

«He venido a escuchar de cerca cómo se sienten los estudiantes aquí en Maryland», dijo Cardin a los periodistas al término de la reunión, «y ellos me han dicho que están muy preocupados acerca de su seguridad y la de sus compañeros de clases»

Añadió que la mayoría de los alumnos se sienten involucrados con los grandes problemas de la nación, «pero al mismo tiempo me preguntaron varias veces y con inquietud por qué no somos capaces de pasar una legislación de seguridad para el control de las armas».

A la misma reunión asistió el nuevo superintendente de las escuelas públicas del condado de Howard, Michael Martirano, quien respaldó a los estudiantes.

«Firmemente estoy en desacuerdo con eso. Nosotros no deberíamos estar armando a nuestros maestros. Combatir la violencia con violencia no es la solución», puntualizó.

Cardin es uno de los legisladores que han presentado en el Senado federal un proyecto de ley que establece cuatro medidas de control de armas.

VIRGINIA: NO A LAS ARMAS EN IGLESIAS Y AMBULANCIAS

» El miércoles 7, la Cámara Baja estatal de Virginia demostró su nuevo equilibrio de poder al rechazar una propuesta de ley republicana que permitía el uso de armas de fuego en las ambulancias.
» Los 49 delegados demócratas, unidos a varios republicanos, desestimaron la propuesta, que también encontró la oposición de bomberos y de las brigadas de rescate.
» «Más armas en más lugares no es la solución a la crisis creada por la violencia de las armas», señaló David Toscano, líder demócrata en la Cámara de Representantes.
» Recientemente, los republicanos también «mataron» una legislación que ellos habían presentado y que permitía llevar armas a las iglesias.