Oposición Venezolana apuesta a una gran marcha en Caracas este 1ero de Septiembre
FABIOLA SANCHEZ
AP
a oposición venezolana anunció que marchará por tres de las principales avenidas del este de Caracas pero hay dudas sobre si podrá lograr una contundente participación que le permita impulsar la realización este año del referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro.
La marcha convocada para el jueves se produce en medio de una creciente incertidumbre ante las denuncias de las autoridades sobre supuestos planes violentos y los señalamientos de persecución de los opositores.
El oficialismo también convocó para el jueves a una movilización en la céntrica avenida Bolívar.
«Esta no es una marcha cualquiera», afirmó el secretario ejecutivo de la alianza opositora Jesús Torrealba. En diálogo con The Associated Press sostuvo que la manifestación marcará el «principio de un proceso de lucha persistente, escalonado» que tiene como objetivo la realización en el corto plazo de la consulta popular.
Al ser consultado sobre las proyecciones de asistencia a la llamada «Toma de Caracas» el dirigente indicó que «no estamos en las condiciones de país para decir cuántos asistirán» pero planteó que esperan lograr una de las «mayores concentraciones» de la historia política.
La oposición, que consolidó una mayoría contundente en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 al derrotar al oficialismo y lograr el control de la Asamblea Nacional, no ha tenido en los últimos años manifestaciones de las dimensiones de 2002 previas al fallido golpe de Estado contra el entonces presidente Hugo Chávez, cuando se movilizaron más de un millón de personas en Caracas.
«Me atrevería a proyectar que ésta va a ser una manifestación muy grande», afirmó Luis Vicente León, presidente de la encuestadora local Datanálisis al señalar que la larga planificación de la movilización, la unificación de los diferentes partidos que integran la coalición opositora y la convocatoria pacífica hacen prever que habrá una multitudinaria participación.
León dijo que las denuncias de las autoridades sobre posibles hechos violentos pueden generar algún impacto entre los seguidores de la oposición pero sostuvo que esos intentos para atemorizar no evitarán una gran marcha.
Al ser consultado sobre lo que ocurrirá después del 1 de septiembre el analista admitió que no está claro cómo la oposición podrá lograr la presión suficiente para que las autoridades electorales permitan la realización este año del referendo y si el gobierno estará dispuesto a entregar el poder por la vía de una consulta.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos Luis Almagro hizo la víspera un llamado al gobierno venezolano a que permita las manifestaciones y pidió en un comunicado a las autoridades que evite «medidas que puedan alentar la violencia y generar climas de confrontación, tales como la programación en el mismo día de marchas y manifestaciones pro gubernamentales».
Almagro indicó que el gobierno rechazó una propuesta de la Secretaría General de la OEA de trabajar para asegurar las mayores garantías para las marchas y manifestaciones previstas.
El secretario general de Unasur, Ernesto Samper, y los exmandatarios José Luis Rodríguez Zapatero de España, Leonel Fernández de República Dominicana y Martin Torrijos de Panamá, que promueven un proceso de diálogo en Venezuela, pidieron a la oposición y al gobierno ejercer de manera pacífica el derecho a manifestar e insistieron en la necesidad de utilizar el camino del diálogo para resolver las diferencias.
Por su parte el Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, se manifestó el miércoles a favor de que los diferentes sectores se manifiesten libremente en las calles pero sostuvo que deben hacerlo de manera pacífica. Saab dijo al canal de noticias de Globovisión que el organismo enviará entre 40 y 50 funcionarios para vigilar las movilizaciones.
La oposición apuesta a realizar este año el referendo pero el cronograma que planteó recientemente el Consejo Nacional Electoral ha generado dudas de que la consulta pueda darse antes del 10 de enero de 2017, cuando se completa más de la mitad del mandato de seis años de Maduro.
La constitución establece que de realizarse el referendo luego de superarse más de la mitad del período presidencial los dos últimos años del gobierno deben ser completados por el vicepresidente de turno.