Narcotraficante dice que sobornó a expresidente de Honduras
n narcotraficante hondureño aseguró que pagó miles de dólares al expresidente de Honduras, Porfirio Lobo, a cambio de asistencia para llevar a cabo operaciones de tráfico de drogas.
Lobo rechazó el martes las acusaciones de Devis Leonel Rivera Maradiaga, considerado en algún momento el líder del cartel de «Los Cachiros» y quien afirmó que incluso se reunió con el exmandatario.
Rivera además mencionó a varios funcionarios hondureños que supuestamente también le ofrecieron protección, entre ellos, el actual ministro de Seguridad General, Julián Pacheco.
Más tarde, desde Honduras, Pacheco se refirió en rueda de prensa a lo afirmado en Nueva York. «Estoy a disposición que se me investigue en éste y cualquier otro señalamiento infundado, mal intencionado y promovido por un delincuente confeso», aseguró. «Estas calumnias dañan no solo mi honorabilidad como funcionario, sino también la de mi familia y la de nuestra querida Honduras».
Rivera, quien está detenido en Estados Unidos, hizo los señalamientos el lunes durante una audiencia del caso de Fabio Porfirio Lobo, hijo del expresidente y quien el año pasado se declaró culpable de asociación delictiva para traficar cocaína a Estados Unidos.
El narcotraficante aseguró que sobornó en varias ocasiones a Lobo y a su hijo con cantidades que en total superaron los 600.000 dólares antes y después de que se convirtiera en presidente. Los supuestos pagos ocurrieron entre 2009 y 2013. En un momento, incluso afirmó que tuvo una reunión con Lobo y que poco después se entregó a su personal de seguridad una maleta con unos 300.000 dólares para el exmandatario.
El abogado del hijo de Lobo, Manuel Retureta, declinó el martes hablar del caso con The Associated Press.
En Honduras, Lobo negó haber recibido sobornos de «Los Cachiros» para proteger supuestas actividades delictivas en este país en su gestión de 2010 a 2014. «Jamás recibí dinero de esos delincuentes», aseguró a periodistas en su residencia en El Chimbo, en las afueras de esta capital.
Rivera, que colaboró con la DEA, se ha declarado culpable de varios delitos y de ordenar la muerte de 78 hondureños, entre ellos, del zar antidrogas de Honduras, Julián González en diciembre de 2009. Se entregó a Estados Unidos en 2015.
Lobo sostuvo el martes que «mis acciones como presidente son las más claras muestras de mi compromiso con Honduras».
En su gestión en el Congreso impulsó la Ley de Extradición mediante la cual Estados Unidos ha llevado a su territorio unos 12 hondureños a los que ha encausado por narcotráfico.
Rivera dijo que pagó el dinero al exmandatario para lograr protección y poder transportar droga de Sudamérica a Honduras y de ahí a Estados Unidos. También contó que esperaba evitar que él y su hermano fueran extraditados.
El narcotraficante también dijo que trabajó con el hijo del expresidente, Fabio, para lograr contratos con el gobierno y poder así lavar el dinero obtenido en el tráfico de drogas.
La Secretaría de Seguridad de Honduras rechazó las acusaciones el martes a través de un comunicado. «Estas aseveraciones mal intencionadas y sin fundamento alguno lo que pretenden es mermar las acciones concretas que el Estado de Honduras realiza en contra del crimen organizado».
Se espera que la semana que viene se celebre otra audiencia de cara a una futura sentencia en el caso del hijo del expresidente Lobo.