Mercado laboral de Europa sana, pero salarios siguen débiles

Washington Hispanic

AP

a economía de la eurozona sigue sanando bien, pero la inflación sigue siendo débil, lo que es una buena noticia para los consumidores a corto plazo pero una señal de debilidad subyacente en los salarios y en el poder de compra de las empresas.

Ese es el resumen de los reportes económicos publicados el lunes, que mostraron que aunque la tasa de desempleo en la unión monetaria de 19 países cayó a su nivel más bajo en ocho años, los aumentos de precios son modestos y los salarios siguen débiles.

El número de personas con trabajo aumentó a 148.000 en junio, informó el lunes la agencia de estadísticas Eurostat, con lo que bajó ligeramente la tasa de desempleo al 9,1%, desde el 9,2% en mayo. Eso coincidió con informes en las últimas semanas de un aumento de la actividad empresarial y la confianza en todos los países de la eurozona, incluso aquellos, como Grecia, que han sido más afectados por problemas financieros.

Tales mejoras han hecho que el Banco Central Europeo empieza a sopesar cuándo podría eliminar gradualmente su programa de estímulo económico, de compra de bonos, bajo el cual bombea 60.000 millones de euros (70.000 millones de dólares) al mes en la economía. El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo que probablemente analizaría tales medidas en el último trimestre del año.

Sin embargo, la pieza faltante en la recuperación de la eurozona es un aumento significativo de la inflación, que el BCE desea elevar a poco menos del 2% anual. Aunque una inflación débil es una buena noticia para los consumidores a corto plazo, revela también fragilidades en la economía: los salarios no están aumentando lo suficientemente rápido como para estimular el gasto y las empresas no pueden confiar lo suficiente en los consumidores para poder elevar sus precios.

En julio, la tasa de inflación anual se mantuvo en 1,3%, principalmente gracias a un aumento del 2,2% en los precios de los energéticos. Excluyendo artículos volátiles como energía, comida, alcohol y tabaco, los precios subieron a una modesta tasa del 1,2%. El sector de los bienes industriales registró un aumento de precios del 0,5%.