El Salvador prohíbe la minería metálica
Washington Hispanic
AP
ste es un día histórico, el agua le ganó al oro en El Salvador».
Así se refirió el diputado Johnny Wright Sol a la decisión que la Asamblea Legislativa tomó después de muchos años de lucha, de manera unánime, se aprobó la ley que prohíbe la minería metálica en todas sus modalidades.
La prohibición se acordó con los votos de 69 de los 84 diputados del Congreso unicameral, que avalaron la propuesta presentada por la Iglesia católica, Caritas de El Salvador y la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA).
«Esta ley no es cualquier ley, esta ley está bañada de sangre, la sangre de muchas personas que pagaron con sus vidas en su lucha contra la minería metálica, en defensa del medio ambiente», manifestó el miércoles el diputado Guillermo Mata, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), al anunciar que la lucha contra la explotación de las mineras trasnacionales llegaba a su fin.
Por su parte, el director de Oxfam en El Salvador, Iván Morales, señaló en un comunicado que «se ha oído la voz del pueblo» y sostuvo que «la minería no es una manera apropiada de reducir la pobreza ni la desigualdad en este país. Sólo exacerbaría el conflicto social y el nivel de contaminación del agua que ya tenemos».
«Este es un día histórico para El Salvador», manifestó a su vez la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, Raquel Guevara, que llegó hasta el Congreso para apoyar la decisión.
El diputado Wright Sol, de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (Arena), dio lectura a los artículos de la ley y destacó que los partidos políticos se hayan esforzado para lograr un acuerdo en cumplimiento de la Constitución política, que manda al Estado proteger y restaurar los recursos naturales, así como la diversidad e integridad del medio ambiente para garantizar el desarrollo sostenible.
La ley tiene como objeto prohibir la minería metálica en el suelo y el subsuelo del territorio salvadoreño. La prohibición incluye las actividades de exploración, extracción, explotación y procesamiento, ya sea a cielo abierto o subterráneo. También se prohíbe el uso de químicos tóxicos como cianuro, mercurio y otros, en cualquier proceso de minería metálica.
El diputado Mata, que encabezó la lucha contra la minería metálica en el Congreso, celebró el «retiro de empresas mentirosas y asesinas como OceanaGold, que gracias a Dios se van del país».
Después de un largo litigio, El Salvador se adjudicó en octubre de 2016 una victoria legal contra la compañía OceanaGold, antes Pacific Rin, que demandó al Estado salvadoreño por negarle permisos de explotación minera. La empresa había solicitado al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial, que ordenara a El Salvador pagar 250 millones de dólares por la pérdida de ganancias potenciales cuando la nación no otorgó una licencia para la extracción de oro en la zona de El Dorado, en San Isidro Cabañas, y en otras regiones con potencial para la extracción de metales preciosos.
El CIADI desestimó todos los reclamos de la empresa minera y la condenó al reembolso de ocho millones de dólares por los costos procesales.
A inicios de 2000, la Dirección de Hidrocarburos del ministerio de Economía autorizó la exploración en la zona de El Dorado, pero cuando la compañía encontró yacimientos de oro y plata en el departamento de Cabañas, al noreste de la capital, las solicitudes para los permisos de explotación nunca fueron respondidas por las dependencias gubernamentales correspondientes.
El ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador realizó una evaluación ambiental de la minería metálica, que determinó que las condiciones del país no son adecuadas para el desarrollo de la actividad minera, ya que comprometía los recursos naturales, en específico el agua.
El Salvador es el país más pequeño y densamente poblado de Centroamérica. Noventa por ciento de sus aguas superficiales están contaminadas, según el ministerio de Medio Ambiente.