Nutria marina que arrebata tablas de surf en California sigue eludiendo captura
Una nutria marina que acaparó la atención en Estados Unidos luego de que se dieron a conocer imágenes en las que aparecía arrebatando agresivamente las tablas de los surfistas frente a la costa de Santa Cruz, en California, ya tiene un club de fans, mientras sigue eludiendo su captura.
Un equipo de expertos del Departamento de Pesca y Vida Silvestre de California y del cercano Acuario de la Bahía de Monterey lleva desde la semana pasada intentando capturar al animal de 5 años de edad, conocido como nutria 841, porque dicen que supone un riesgo para la seguridad pública.
Los expertos señalaron que quieren revisar a la hembra y reubicarla en un zoológico o acuario, pero aún no lo han conseguido.
Ahora, la nutria tiene un club de fanáticos cada vez más numeroso, y la gente acude todos los días para verla tomar el sol en la orilla rocosa, zambullirse en el agua y comer cangrejos.
Jessica Fujii, directora del programa de nutrias marinas del Acuario de la Bahía de Monterey, dijo que el equipo ha enfrentado algunos desafíos en su intento de captura, incluido el mal clima.
“El principal problema es su capacidad de evasión. Debido a que se trata de intentos constantes, desconfía de esas redes”, comentó Fujii.
Funcionarios de vida silvestre federales y estatales no respondieron a los mensajes de The Associated Press enviado el jueves en busca de comentarios sobre sus intentos de atrapar a la nutria 841.
Este travieso mamífero se hizo famoso gracias a un fotógrafo profesional que subió a las redes sociales fotografías y videos en los que se le ve acercándose agresivamente a los surfistas y subiéndose a las tablas de surf. Al menos en una ocasión mordió y arrancó trozos de una tabla.
“No pueden echarle una red en el agua. No pueden tranquilizarla por temor a que se ahogue. Así que tienen que ponerle las manos encima”, dijo Mark Woodward, fotógrafo de Santa Cruz.
El equipo que está tratando de capturarla ha utilizado una tabla de surf con carnada. Se ha subido en ella varias veces en los últimos días, de acuerdo con Woodward. Pero en cuanto el funcionario de vida silvestre que sostiene la tabla de surf la jala para acercarla al barco del equipo, la nutria se mete de nuevo al mar, comentó.
La conducta agresiva de la nutria es sumamente inusual, y se desconoce la causa, señalaron funcionarios federales de vida silvestre.
“El comportamiento agresivo de las hembras de nutria marina del sur puede estar asociado a subidas hormonales o deberse a que son alimentadas por humanos”, dijo el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos en un comunicado la semana pasada.
La nutria 841 nació en cautiverio y fue liberada en junio de 2020. Tiene una etiqueta con su número y un radiotransmisor que los funcionarios han estado usando para vigilarla.
Los funcionarios han dicho que no es la primera vez que la nutria se muestra agresiva con los humanos. Fue observada acercándose a la gente a finales de 2021. En mayo de 2022, fue vista con un cachorro de nutria en la zona de Santa Cruz, y cuatro meses después mostró un comportamiento agresivo similar.
Mientras tanto, sus fanáticos quieren que la dejen en paz.
“Déjenla en paz. Dejen que se divierta. No ha mordido a nadie. Sólo daña la tabla. Es como un perro con un juguete, ¿sabes?”, comentó Jackie Rundell, una residente de Santa Cruz que el miércoles visitó la bahía.
Las nutrias marinas del sur, cuya población disminuyó a unos 50 ejemplares en 1938, son cuidadas por el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre. Están incluidas en la lista de especies amenazadas de la Ley de Especies en Peligro de Extinción y están protegidas por la Ley de Mamíferos Marinos y la ley estatal de California.
Actualmente, su población es de unos 3.000 ejemplares. Las nutrias marinas desempeñan un papel fundamental en la salud de los ecosistemas costeros, pues se alimentan de erizos de mar que pueden multiplicarse y alimentarse de los bosques de algas que ambas criaturas marinas comparten, de acuerdo con funcionarios de vida silvestre.