Marea roja mata miles de peces en Bahía de San Francisco
Una marea roja sin precedentes en el Área de la Bahía de San Francisco está matando a miles de peces y otras especies marinas cuyos cadáveres han aparecido en las costas, creando una fuerte pestilencia que, a decir de los expertos, podría agravarse con la ola de calor prevista para el fin de semana.
En el lago Merrit, en Oakland, un lugar frecuentado por corredores y amantes de la naturaleza, cuadrillas de trabajadores empezaron el miércoles a retirar los restos de cangrejos, rayas y diversas especies de peces que han comenzado a acumularse en la semana en las costas rocosas.
La mortandad de peces en el lago Merrit y en el Área de la Bahía podría deberse a una floración algal nociva que se ha estado produciendo en la región desde finales de julio, dijo Eileen White, de la Junta Regional de Control de la Calidad de Agua para la Bahía de San Francisco.
“Normalmente tenemos floraciones algales durante el verano. Pero lo inusual de esta es su gran magnitud y el hecho de que hay muerte de peces”, señaló White.
La mayoría de las floraciones algales terminan después de una semana más o menos. Pero la onda de calor prevista para el fin de semana podría hacer que la del Área de la Bahía crezca aún más, dijo White. Los reportes sobre la mortandad de peces comenzaron a llegar la semana pasada, precisó.
“Se trata de un suceso natural de la madre naturaleza y por ello no sabemos cuándo vaya a terminar”, afirmó.
Una floración de un microorganismo llamado Heterosigma akashiwo fue detectada inicialmente en el estuario Alameda, indicó White. Está presente en la bahía todo el tiempo, pero los científicos intentan determinar qué causó que se propagara tanto durante tantas semanas.
Consideran que los años de sequía han impedido que las aguas estancadas fluyan hacia el océano y que un agua cálida y soleada extemporánea podría estar contribuyendo a la proliferación del alga.
Jon Rosenfield, científico del grupo conservacionista San Francisco Baykeeper, dijo que altos niveles de nutrientes como fósforo y nitrógeno en las aguas residuales también contribuyen al desarrollo de las floraciones algales.
“La única herramienta que tenemos para controlar el problema es reducir los nutrientes arrojados en la bahía procedentes de 40 plantas tratadoras de aguas residuales que funcionan en los alrededores de la bahía”, indicó.
Según Rosenfield, las plantas tratadoras están separando los residuos sólidos y las bacterias del agua, pero no están diseñadas para eliminar el nitrógeno ni el fósforo.