Los Derechos Humanos en pie
Editorial
uando se acercan la Navidad y el Año Nuevo –con todo lo que ello significa de reflexión acerca de lo que hemos hecho y lo que podemos hacer en el venidero 2017-, todos celebramos el Día de los Derechos Humanos. El 10 de diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la histórica Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Desde 1950, la Asamblea adoptó la resolución 423 (V), que invita a todos los Estados y organizaciones interesadas a que observen el 10 de diciembre de cada año como Día de los Derechos Humanos.
Este año, dicha efeméride es “una llamada a todos para defender los derechos del otro”. Este mensaje significa que “cada uno de nosotros debe tomar una posición y defender los derechos de un refugiado o migrante, una persona con discapacidad, una persona LGBT, una mujer, un indígena, un niño, un afro-descendiente, o cualquier otra persona en riesgo de ser discriminada o sufrir algún acto violento”, según ratificó recientemente el secretario general y máximo funcionario de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
En Estados Unidos, uno de los principales impulsores de la referida Declaración Universal, la efeméride se celebra como Día de los Derechos Humanos cada 10 de diciembre, y como Semana de los Derechos Humanos empezando desde la misma fecha.
Así lo estipula una Proclamación del presidente Barack Obama emitida el viernes 9, en la que sostiene que cuando observamos el aniversario de la afirmación de que esos derechos inalienables existen para cada individuo, “también nos comprometemos a asegurar que esos derechos estén al alcance de cada uno de ellos”.
Washington Hispanic mantiene la convicción de que juntos, incluyendo a los inmigrantes, podremos erradicar todas las formas de injusticia y promover la dignidad, la humanidad y el respeto en todo el mundo.