Polifacético artista venezolano en Washington DC: David Camero

Grego Pineda

Conocí a David Camero en el año 2004, en los eventos culturales celebrados en la Folger Shakespeare Library, detrás del Congreso de Los Estados Unidos de América. Eran noches memorables que congregaban diversas expresiones artísticas de latinoamericanos y por tal, amenas, ilustrativas y con decidida vocación de hacer arte e historia en este país. Allí, entre cantos, poesía, pinturas y libros supe del multifacético artista.

David Camero es de Caracas, Venezuela; lo dice con énfasis, país y ciudad incluida, con cierta aprehensión como aferrándose a su identidad para luego explayarse en su vasta expresión humana y humanista: es actor, director, pintor y poeta: «Desde muy temprana edad, me encontré buscando cómo expresar mis emociones y lo hacía creando caricaturas, acuarelas, oleos, collages, muñecos, ensamblajes con objetos encontrados, máscaras recicladas, murales y escribiendo».

Entonces es comprensible que David comenzara a estudiar Arte y Literatura en la Universidad Central de Venezuela. No obstante, tuvo un golpe de suerte ¿destino? y eso permitió que viajara a Paris y estudiara Mimo y Movimiento en la prestigiosa École internationale de théâtre Jacques Lecoq. Su ávida juventud lo llevó por Francia, Suiza, España, Bélgica, Italia y Grecia «Tenía la certeza que el mundo me pertenecía y agradecía los secretos de los museos-países-escuelas».

De regreso en Caracas, asumió la asistencia y dirección del grupo teatral «Tiempo Común», participando en varios festivales en Latinoamérica. Y con la experiencia acumulada en Francia y una investigación especial sobre arlequines en La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, terminó su tesis de grado titulada: «Impresión de lo Bufo, una comparación entre las obras ‘Gargantúa y Pantagruel’ y el ‘Rey Lear’», con la cual coronó sus estudios universitarios.

David logró forjarse un espacio en el espectro cultural y artístico de Venezuela creando su propia «Compañía del Bouffon», donde proyectó distintos personajes, pero lo cierto es que ya estaba inoculado con la libertad y vivencia en Europa y USA y no teniendo barreras binarias en ningún sentido, le parecía que su patria cada día se encerraba en si misma bajo el dominio de lo que él llama «verruga histórica e innombrable» y decidió excluirse de esa perversa manipulación de sentimientos patrios y futuros truncados.

«Al ver la situación en nuestro país que se deterioraba, contacté con amigas y me invitaron por contrato a participar en un video-experimental sobre ‘Don Quixote at the States’ donde representaría el alter ego de tal personaje. Seria como un juglar, mi especialidad. Terminado el proyecto volví a Venezuela, recogí mis mejores libros, fotografías y portafolios, me despedí de la familia y regresé como cualquier extranjero a Washington, D.C. porque sentía era el sitio que me correspondía, tenia hasta mis iniciales: D.C. = David Camero».

La zona metropolitana cuenta con la bulla y escándalo que actúa Camero en sus jocosas representaciones como arlequín o bufón y también sus expresivas interpretaciones como mimo. Continúa con el estilo de la Commedia dell’ Arte y participa en diversas actividades locales, entre ellas, desfiles y festivales de las artes en Wheaton, Maryland. Edición virtual, que es un divertimento Ecológico con toques del teatro del absurdo tratando de hacernos reflexionar sobre la conservación de la naturaleza.

Participamos, dice David, con «la risa como remedio infalible contra cualquier espanto y desasosiego. Se acabó la desolación que vivíamos, llegó la gracia virtual, algo fuera de serie, original y único en su estilo, con un mensaje ambientalista. El Desfile ecológico de los bufones». Además, Camero trabaja dando talleres de arte y movimiento creativo en escuelas y centros de desarrollo infantil, así como clases de idiomas francés y español. Me simpatiza la idea que al nombrar Washington ‘D.C.’, tiene un nuevo significado que le ha dado el arlequín, bufón, pintor, poeta y maestro, donde D.C. es la presencia de las iniciales del querido venezolano.

David Camero no se agota en su larga trayectoria teatral y ni en la pintura, donde experimenta técnicas, estilos y materiales, sino que destaca en la poesía con una sensibilidad, agudeza y destreza con la palabra donde no hay tema o recoveco sentimental donde no sondee o se sondee. Su poesía, por si misma, cumple el afán juvenil de David de buscar como expresar sus emociones y a su día lo ha logrado, pensando que su espíritu sigue tan escandalosamente alegre, aventurero y afrancesado como en sus mejores días de juglar en Europa.