Condenan a un guardia de una prisión en Nueva York por la muerte de un detenido afroestadounidense

Un exfuncionario de la prisión estatal de Nueva York fue condenado por asesinato y homicidio involuntario tras golpear hasta la muerte a un preso afroestadounidense en diciembre, informaron el lunes las autoridades.

 

Dos funcionarios que hicieron parte de este caso, que provocó indignación en Estados Unidos, fueron absueltos. Otros cinco se declararon culpables de asesinato antes del juicio.

 

Un noveno acusado aún tiene pendiente el juicio que está programado para enero. Otro más se declarado culpable de cargos menores.

 

David Kingsley, el exfuncionario condenado, fue hallado culpable de homicidio en segundo grado y homicidio involuntario en primer grado. La sentencia será conocida el 16 de diciembre y podría llegar hasta 25 años de prisión.

 

Robert Brooks, de 43 años, murió en la noche del 9 al 10 de diciembre, horas después de ser golpeado estando esposado en las instalaciones de la prisión de Marcy, en la frontera con Canadá.

 

La mortal golpiza quedó grabada en video.

 

Las imágenes publicadas por la fiscal general Letitia James, muestran a Brooks con el rostro cubierto de sangre, recibiendo golpes repetidamente mientras parece estar inmovilizado en una cama de enfermería, rodeado por al menos seis hombres.

 

Brooks fue «repetidamente inmovilizado, golpeado, estrangulado, amordazado, trasladado a la fuerza y ​​pateado (…) sin ningún propósito legítimo de aplicación de la ley», escribió el fiscal especial William Fitzpatrick en la acusación.

 

Todos ellos «actuaron de forma concertada» con «indiferencia por la vida humana», prosiguieron.

 

Brooks cumplió una condena de 12 años por violencia. Su muerte fue establecida como homicidio.

 

El caso puso de manifiesto los graves problemas que existen en el sistema penitenciario estadounidense y el alcance de las interacciones violentas de las fuerzas del orden en Estados Unidos.