Biden recibe a su homólogo keniano con todos los honores
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, desplegó el jueves toda la pompa y circunstancia de una visita de Estado a su homólogo keniano, William Ruto, a quien considera un aliado privilegiado en el continente africano.
«Somos más fuertes y el mundo es más seguro cuando Kenia y Estados Unidos trabajan juntos», dijo el presidente estadounidense, alabando la asociación entre dos «orgullosas democracias», tras una solemne ceremonia de bienvenida.
«Esta visita de Estado es una señal de amistad, asociación y cooperación entre dos países que comparten los valores de libertad, democracia, justicia, igualdad e inclusión», respondió Ruto.
Joe y Jill Biden recibieron a Ruto, que acudió con su esposa Rachel y sus tres hijas, con todos los honores: la Casa Blanca se engalanó con los colores de los dos países, sonaron los himnos nacionales y los militares lucieron sus galas.
A continuación, los dos dirigentes iniciaron una reunión bilateral.
La conversación en el Despacho Oval incluirá el tema de Haití. Nairobi se dispone a enviar al país caribeño agentes de policía para dirigir una delicada y arriesgada misión multinacional, que Estados Unidos apoya firmemente.
Según un alto funcionario de la Casa Blanca, el presidente demócrata también pedirá oficialmente al Congreso que otorgue a Kenia el estatus de «aliado principal no perteneciente a la OTAN».
Se trata de una designación oficial que confiere privilegios militares y diplomáticos a los países interesados -actualmente 18 en el mundo-, pero sin una garantía de seguridad formal. Kenia se convertiría en el primer país subsahariano de la lista.
Ruto también es el primer dirigente africano desde 2008 en ser honrado con una visita de Estado -el más alto nivel de favor diplomático- a Washington.
Estados Unidos ve en Kenia un símbolo de los valores de democracia y dinamismo económico que pretende promover en el continente africano, frente a las ambiciones de China y Rusia.
Los dos aliados pondrán en marcha nuevas asociaciones en materia de salud, especialmente en la lucha contra la malaria y el sida, educación y transición energética.
Tras la reunión bilateral, habrá una rueda de prensa conjunta seguida de una cena de gala.
Los invitados se reunirán en un amplio pabellón sobre el césped de la Casa Blanca, en torno a mesas cubiertas de rosas estadounidenses y orquídeas africanas.