Moderna demanda a Pfizer por patentes de vacuna COVID-19
La empresa Moderna demandó a sus competidoras Pfizer y BioNTech, acusándolas de copiar su tecnología para producir su vacuna contra el COVID-19.
Moderna dijo el viernes que la vacuna Comirnaty de Pfizer y BioNTech viola patentes que Moderna registró hace años para proteger la tecnología de su vacuna Spikevax.
La compañía entabló demandas por violación de patentes en Estados Unidos y Alemania.
La portavoz de Pfizer, Pam Eisele, dijo que la compañía no había revisado la demanda de Moderna en su totalidad, pero que la farmacéutica estaba sorprendida por la misma, dado que su vacuna se basa en tecnología desarrollada por BioNTech y Pfizer.
Señaló en un correo electrónico que Pfizer Inc., con sede en Nueva York, se “defendería enérgicamente” contra cualquier acusación en el caso.
En un comunicado, BioNTech afirmó el viernes por la tarde que su trabajo era “original” y que también se defendería.
Las vacunas de dos dosis de Moderna y de Pfizer usan tecnología de ARN mensajero (ARNm) para ayudar a los pacientes a combatir el coronavirus.
“Cuando apareció el COVID-19, ni Pfizer ni BioNTech tenían el nivel de experiencia de Moderna para desarrollar vacunas de ARNm contra el coronavirus”, dijo Moderna en una demanda presentada el viernes en la Corte Federal para el distrito de Massachusetts.
Las vacunas de ARNm funcionan al inyectar un código genético para la proteína de la espícula que recubre la superficie del coronavirus.
Ese código, el ARNm, está encapsulado en una pequeña bola de grasa, e instruye a las células del cuerpo a producir algunas copias inofensivas de espigas que entrenan al sistema inmunitario para reconocer al virus real.
Este enfoque es radicalmente diferente a la forma en que tradicionalmente se han fabricado las vacunas.
Moderna afirmó que comenzó a desarrollar su plataforma tecnológica de ARNm en 2010, lo que le permitió producir rápidamente su vacuna contra el COVID-19 tras la llegada de la pandemia a principios de 2020.
Para finales de ese año, los reguladores estadounidenses habían autorizado el uso de las vacunas de Pfizer y Moderna después de que la investigación clínica demostrara que ambas eran muy efectivas.
Moderna dice que cree que la vacuna de sus rivales infringe las patentes que registró entre 2010 y 2016.
Moderna afirmó en su demanda que Pfizer y BioNTech copiaron algunas características críticas de su tecnología, incluyendo la realización de “exactamente la misma modificación química de su ARNm que los científicos de Moderna desarrollaron por primera vez años antes” y utilizaron en Spikevax.
Moderna dijo que reconoce la importancia del acceso a las vacunas y que no pretende retirar Comirnaty del mercado. Tampoco solicita una orden judicial para impedir futuras ventas.
Moderna dijo en 2020 que no haría valer sus patentes relacionadas con el COVID-19 mientras continuara la pandemia. Pero cuando mejoraron los suministros de vacunas a nivel mundial, la compañía dijo en marzo que actualizaría esa promesa.