LAS VÁRICES AFECTAN A HOMBRES Y MUJERES POR IGUAL
Las varices son la enfermedad vascular más frecuente. Afectan a entre el 20 y el 30% de la población adulta y su prevalencia aumenta con el envejecimiento. De hecho, a partir de los 50 años casi la mitad de la población tiene un grado u otro de insuficiencia venosa.
No se trata de un tema de género, factores ambientales y genéticos están detrás de esta afección por lo que la padecen hombres y mujeres .
Ahora en verdad las mujeres tienen más várices, es cierto. Son más frecuentes en ellas, pero los hombres también pueden sufrir de esta condición. Las várices y arañitas vasculares no solo afectan la estética de las piernas, también alteran la calidad de vida de quién las desarrolla.
¿Qué son las várices? Son un trastorno circulatorio caracterizado por el mal funcionamiento del sistema venoso. La pérdida de elasticidad de las venas y el mal funcionamiento de las válvulas en su interior, hacen que el retorno de la sangre desde las piernas hacia el corazón se dificulte y el flujo de sangre termine dilatando e inflamando las venas.
«Estas lesiones son progresivas y con el tiempo podrían generar flebitis (inflamación y trombosis de una vena), varicorragia (hemorragia por ruptura de una vena varicosa), úlcera, o eczema varicoso (dermatitis crónica)», explica el doctor Manuel Espíndola, cirujano vascular de Clínica Las Condes.
Las mujeres consultan más por las várices. En los varones, los vellos de las piernas las ocultan por lo que consultan más tarde, muchas veces incluso cuando ya se han complicado.
¿Por qué aparecen las várices?
Hay varios factores que influyen en la aparición de las várices. «Los antecedentes familiares son muy importantes. Es decir, si tu mamá tiene várices, la probabilidad de que también tengas, es alta. En los hombres pasa lo mismo. Si tienes antecedentes familiares, se deben evitar los factores que facilitan el desarrollo de estas como son el sedentarismo, el pasar muchas horas de pie, el uso de anticonceptivos orales, entre otros», dice el doctor Espíndola.
Factor común también para hombres y mujeres es el sedentarismo. «El sedentarismo y la obesidad son enemigos de las várices. Ambas cosas pueden facilitar la salida de ellas. Hay que recordar que son los músculos de las piernas los encargados de impulsar o «bombear» la sangre hacia el corazón. Si tienes un músculo atrofiado, sin tonicidad, esta bomba muscular no realizará un trabajo efectivo, y la sangre tenderá a quedarse en las dilataciones venosas», recalca el cirujano vascular.
Contrario a lo que se piensa, el cigarro y el alcohol se consideran factores asociados al desarrollo de otras enfermedades muy graves, como son la enfermedad arterioesclerótica en distintos órganos, cáncer, dependencia, adicciones y enfermedades crónicas, pero no con las várices.
Cómo las mujeres pueden prevenir las venas varicosas
Las mujeres no pueden hacer nada para detener el desarrollo de sus hormonas naturales en sus cuerpos. Sin embargo, pueden tomar algunas precauciones para disminuir el riesgo de varices.
- Mantenerse activo. Caminar, nadar y andar en bicicleta tonifican los músculos de las piernas, lo que, a su vez, promueve el flujo sanguíneo adecuado. Si trabajas en un trabajo donde te sientas o te paras durante largos períodos, asegúrate de levantarte de tu escritorio con frecuencia o siéntate para descansar las piernas para que la sangre no se acumule en las venas.
- Use medias de compresión. Hecho de un fuerte elástico, las medias de compresión aceleran el flujo de sangre al pecho al apretar las venas de las piernas. Estas medias especiales se pueden comprar en una farmacia o en una tienda de suministros médicos. Para elásticos de grado superior, necesitará una receta médica.
- Eleva tus piernas. Para empujar la sangre hacia arriba, eleva tus piernas por encima de tu corazón. Haga esto varias veces al día durante 15 a 20 minutos a la vez.
- Mantenga su peso adecuado. El exceso de libras ejerce más presión sobre las venas de las piernas. Por lo tanto, perder peso y mantener un peso adecuado alivia la tensión en las válvulas y evita que la sangre se agrupe en la vena.
Si sus venas varicosas se vuelven dolorosas, pican o se ulceran, es hora de consultar con un especialista en venas sobre sus opciones de tratamiento. Los especialistas del Centro para la Restauración de Venas pueden realizar procedimientos mínimamente invasivos que cierran las venas dañadas y restauran la apariencia saludable de sus piernas.