A los 98 años, internet la mantiene activa durante pandemia
Cuando la pandemia del coronavirus obligó a cerrar el Centro Comunitario Judío Lewis el año pasado, Trudy Berlin, de 98 años, decidió buscar formas de seguir realizando unas charlas semanales de mujeres.
Berlin coordinaba el “Ladies Room”, como se llamaba a las charlas, desde el año 2000 y no quería que se acabasen. Con la ayuda de Stephanie Owitz, la directora del programa artístico, cultural y de aprendizaje del centro de Boca Ratón, en la Florida, los encuentros continuaron a través de la internet.
“Cuando llegó la pandemia, desde ya, se sintió muy decepcionada de que estuviésemos cerrando el centro”, comentó Owitz. Pero el centro decidió ofrecer algunas de sus actividades, incluida la de Berlin, a través de Zoom.
“Al principio la intimidó la idea. Tiene 98 años y no se lleva bien con la tecnología. Pero le dije que la ayudaría a empezar”, señaló Owitz.
Desde marzo, Berlin se ha estado comunicando todos los martes por la mañana con unas 50 mujeres, la mayoría de 70 años para arriba, de Estados Unidos y Canadá. Hablan de todo, desde sus padecimientos hasta la política.
“Soy feliz cuando hablo en grupo. Creo mucho en los grupos”, comentó Berlin.
Inicialmente Berlin ofreció el programa desde su departamento en Boca Ratón. Ahora que reabrió el centro, habla con su audiencia desde un salón del lugar, sentada en una mesa, con diario y notas a mano.
Su audiencia dice que Berlin es un ejemplo y algunos la llaman “la Oprah judía”.
“Nos exige, nos hace pensar”, expresó Marilyn Snider, de 79 años, de Toronto. “Tiene una energía increíble. Te saca cosas que jamás hubieras pensado que podías decir”.
Los encuentros virtuales han sido especialmente importantes para Snider, quien vive en Canadá y normalmente pasa los inviernos con su marido en Boca Ratón. Durante siete años participó en persona, pero cuando estalló el brote de COVID-19, permaneció en Canadá y pensó que se perdería las sesiones semanales.
“Fue horrible”, relató. «No puedo imaginarme lo que hubiera sido el último año sin Zoom, que nos permitió hacer todo lo que hicimos. Es lo que me mantuvo cuerda”.
Berlin es una firme defensora de los intereses de las mujeres mayores.
“A medida que envejeces, las cosas se hacen más difíciles para los ancianos y la gente se entrega”, manifestó.
Berlin cuenta que, de joven, le encantaba recibir cartas de amor.
“Ahora recibo cartas de agradecimiento, cada una tiene un lugar”, expresó. “Las comunidades podrían aprender de esto, y los gobiernos podrían aprender también. Aprender a escuchar primero y después responder. Eso es lo importante”.
Todas las semanas Berlin propone un tema para las charlas y de ahí la conversación toma rumbos imprevisibles.
“Siento que estoy en una nave espacial”, dijo Berlin al comienzo de una reciente charla.
En este día en particular, tiene en sus manos un libro que leyó hace poco, con varios apuntes. El tema: ¿Si alguien te hubiera dicho que la pandemia duraría más de un año, te habrías preparado de otra manera?
Brenda Soiloman responde: “Aprendí a vivir más el momento. Y es algo muy, muy beneficioso para mí”.
Owits dijo que Berlin “se prepara bien” para las charlas. “Se pasa la semana preparándose”.
Cuando pase la pandemia, incluso si se reanudan los encuentros en persona, planean filmar las charlas y difundirlas a través de la internet porque se incorporó al grupo mucha gente que no vive en Boca Ratón.
“Vivimos un mundo nuevo y la estoy pasando muy bien”, dice Berlin.