Se bate nuevo récord de noches calurosas
Si hablamos de noches calurosas, el mes pasado Estados Unidos tuvo algunas para los libros de historia.
En julio, el territorio continental estadounidense impuso un récord de calor nocturno, lo que significó poco alivio al sofocante calor diurno para las personas, los animales, las plantas y la red eléctrica, afirmaron los meteorólogos.
El promedio de la temperatura mínima para los 48 estados contiguos en julio fue de 63,6° Fahrenheit (17,6 grados centígrados), lo que superó el récord anterior establecido en 2011 por unas centésimas de grado.
La marca no sólo representa el promedio nocturno más caluroso para julio, sino de cualquier mes en 128 años en los que se llevan registros, afirmó Karin Gleason, climatóloga de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA). La temperatura mínima nocturna de julio fue más de 3 grados Fahrenheit (1,7 grados centígrados) más caliente que el promedio registrado en el siglo XX.
Los científicos llevan mucho tiempo señalando que las temperaturas nocturnas son cruciales para la salud.
“Cuando las temperaturas durante el día alcanzan o se acercan a los máximos históricos y no se produce una recuperación durante la noche con un enfriamiento del tiempo, esto supone un gran estrés para las plantas, los animales y los seres humanos”, afirmó Gleason el viernes. “No es poca cosa”.
En Texas, donde el promedio mensual de las temperaturas máximas diurnas superó los 100 °F (37,8 °C) por primera vez en julio, haciendo que la red eléctrica se viera abrumada por el fuerte uso de los aparatos de aire acondicionado, la temperatura media nocturna fue de 74,3 °F (23,5 °C), que es 4 °F (2,2 °C) por encima de la media del siglo XX.
Los climatólogos han dicho durante décadas que el calentamiento global provocado por la quema de carbón, petróleo y gas natural aceleraría el calentamiento del mundo por la noche y en las regiones polares del norte. Un estudio realizado esta semana señala que el Ártico se está calentando cuatro veces más rápido que el resto del planeta.
Las noches se calientan más rápido porque el calentamiento diurno ayuda a que el aire retenga más humedad y luego esa humedad ayuda a que el calor quede atrapado durante la noche, explicó Gleason.