Presidente de la Fed reitera que es posible otro aumento de tasas de interés
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, reiteró el jueves que el banco central estadounidense probablemente aumentará las tasas de interés al menos una vez más en lo que resta del año debido a la inflación persistentemente elevada en el sector servicios de la economía y al sorprendentemente ajustado mercado laboral.
Ante una comisión del Senado federal, Powell señaló que “la inflación se ha moderado un poco desde mediados del año pasado”. Sin embargo, el presidente de la Fed puntualizó que “las presiones inflacionistas siguen siendo altas”.
Powell testificó ante la Comisión Bancaria del Senado en el segundo día de un testimonio semestral ante el Congreso estadounidense. Powell testificó el miércoles ante la Comisión de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes y entregó un mensaje similar sobre que es probable que se produzcan otros aumentos en las tasas de interés este año.
El jueves, Powell comentó que “casi todos” los encargados de formular políticas de la Fed “prevén que será apropiado aumentar ligeramente las tasas de interés para finales del año”.
En mayo, los precios al consumidor subieron 4% respecto a los 12 meses previos, por debajo del máximo interanual del 9,1% alcanzado en junio de 2022, pero duplicando aún el objetivo de inflación del 2% fijado por la Reserva Federal.
El banco central ha aumentado su tasa de referencia de manera agresiva desde marzo de 2022 con el fin de bajar el ritmo de la economía y reducir la presión inflacionaria. En su reunión de la semana pasada, los responsables de la política monetaria de la Fed mantuvieron sin cambios su tasa de interés de referencia tras 10 subidas consecutivas, ganando tiempo para ver qué impacto está teniendo el aumento de las tasas en la economía. Pero las subidas de tasas podrían reanudarse tras una pausa: 12 de los 18 miembros de la Fed que formulan políticas indicaron la semana pasada que prevén al menos dos subidas más este año.
Las altas tasas de interés han causado estragos en el mercado inmobiliario de Estados Unidos, debido a que dependen de las las tasas hipotecarias, las cuales se han incrementado significativamente desde que la Fed lanzó su campaña contra la inflación.