Organizaciones de migrantes demandan al presidente Biden

Varios grupos de defensa de los migrantes presentaron el miércoles 13 una demanda contra el gobierno del presidente Joe Biden por un decreto que restringe el asilo en la frontera con México.

Biden firmó recientemente una orden ejecutiva que autoriza el cierre de la frontera con México a los migrantes que solicitan asilo cuando haya más de 2.500 cruces irregulares en el promedio de siete días. Prevé que se reabra cuando la cifra baje a 1.500.

El decreto incluye excepciones como los menores que viajan solos, las víctimas de «una forma grave de tráfico», los migrantes con un visado y aquellos que lleguen a un puerto de entrada mediante una vía legal como la aplicación móvil CBP One.

Además de posibilitar el cierre de la frontera el decreto endurece los estándares para examinar las solicitudes de asilo y favorece las deportaciones aceleradas.

Esta medida ha puesto en pie de guerra a las organizaciones de defensa de los migrantes en un año electoral en el que Biden intenta captar el voto del electorado latino.

«No nos quedó otra alternativa más que demandar», afirma Lee Gelernt, un directivo de la poderosa Unión Estadounidense por las Libertades Civiles, ACLU, una de las organizaciones demandantes, citado en un comunicado.

«La administración carece de autoridad unilateral para anular al Congreso y prohibir el asilo basándose en cómo uno entra al país, un punto que los tribunales dejaron muy claro cuando la administración (del expresidente Donald) Trump intentó sin éxito una prohibición casi idéntica», añadió.

«El asilo no es una laguna jurídica, sino más bien una medida para salvar vidas, el acceso al asilo es un derecho humano y legalmente protegido en Estados Unidos», estimó Jennifer Babaie, miembro de la directiva del Centro de Defensa de Inmigrantes de Las Américas, en el mismo comunicado.

Los grupos consideran que la orden ejecutiva de Biden «es contraria a la ley» y «arbitraria», se lee en la demanda.

El caso se ha presentado en una corte de distrito de Washington.

Impuesto global

Paralelamente, en otra muestra de presión sobre la Administración Biden, dieciocho senadores pidieron al presidente Biden que respalde la iniciativa brasileña de imponer un impuesto mínimo global a los ultrarricos.

Brasil, que ejerce la presidencia rotativa del Grupo de los 20 (G-20), quiere que las grandes fortunas paguen impuestos equivalentes a por lo menos el 2% de su riqueza.

«Garantizar que los multimillonarios paguen su parte justa de impuestos y establecer estándares mínimos globales en todos los países permitirá a Estados Unidos y a otros países recaudar miles de millones de dólares para satisfacer necesidades apremiantes», afirmaron el mismo miércoles Joseph Stiglitz y Jayati Ghosh, copresidentes de la Comisión Independiente para la Reforma del Sistema Internacional de Tributación de Corporaciones (ICRICT).

Este dinero se podría destinar a la lucha contra las pandemias, el cambio climático cambio y la desigualdad, añaden.

Es una «oportunidad histórica» para fomentar la equidad fiscal, afirman los senadores firmantes, entre ellos el independiente de izquierda Bernie Sanders, en una carta transmitida el martes a Biden.

«Creemos que la iniciativa brasileña del G-20 es de interés estratégico para Estados Unidos», aseguran los senadores, que piden a Estados Unidos que se una a otros países para alcanzar «un acuerdo histórico que garantice una economía estadounidense y mundial más equitativa».

Los expertos estiman que a nivel global los ultrarricos pagan en impuestos alrededor del 0,5% de su riqueza estimada.

En Estados Unidos en la década de 1960 los 400 estadounidenses más ricos pagaban más de la mitad de sus ingresos en impuestos, pero en la actualidad tienen una tasa impositiva promedio de solo el 8%, o sea menos que la clase trabajadora, apuntan Stiglitz y Ghosh.