Inundación rompe dique en California
Los residentes de una comunidad agrícola en el norte de California conocida por su cultivo de fresas fueron obligados a desalojar la mañana del sábado debido a que el dique del río Pajaro sufrió una ruptura a causa de la inundación provocada por un sistema atmosférico que golpeó al estado.
En la costa central del condado Monterey, más de 8.500 personas estaban bajo órdenes de desalojo y advertencias el sábado, incluidos unos 1.700 residentes, muchos de ellos trabajadores agrícolas latinos, de la comunidad no incorporada de Pajaro.
Las autoridades indicaron que la rotura del dique era de unos 30,5 metros (100 pies) de ancho. Los equipos habían ido de puerta en puerta el viernes por la tarde para instar a los residentes a salir antes de que llegaran las lluvias, pero algunos se quedaron y tuvieron que ser sacados de las aguas a primera hora del sábado.
Los equipos de respuesta inmediata y la Guardia Nacional de California rescataron a más de 50 personas durante la noche en Pajaro. Un video mostró a un miembro de la Guardia ayudando a un conductor a salir de un coche atascado por las crecidas de agua hasta la cintura.
“Esperábamos evitar y prevenir esta situación, pero el peor de los casos llegó con el desbordamiento del río Pajaro y la ruptura del dique alrededor de la medianoche”, tuiteó Luis Alejo, presidente de la Junta de Supervisores del condado Monterey.
Alejo calificó la inundación como “masiva” y consideró que tardarán meses en reparar los daños.
El río Pajaro separa los condados Santa Cruz y Monterey en la zona que se inundó el sábado. Las aguas de inundación que llegaron hasta los pozos de la región podrían estar contaminadas con productos químicos, subrayaron las autoridades, y se les dijo a los residentes que no bebieran ni cocinaran con agua del grifo porque podrían a enfermarse.
Las autoridades habían trabajado a lo largo del dique con la esperanza de apuntalarlo cuando sufrió la ruptura entre la medianoche del viernes y la madrugada del sábado. Cuadrillas comenzaron a reparar el dique al amanecer del sábado mientras los residentes dormían en los centros de evacuación.
Oliver González, de 12 años, dijo a The Associated Press que él, su madre y su tía fueron rescatados alrededor de las 5:00 de la mañana del sábado en Pajaro. Tomó su computadora portátil, su teléfono celular y algunos documentos importantes, pero dejó muchas cosas en su prisa por irse.
“Estoy un poco asustado”, dijo varias horas después desde un centro de evacuación en las cercanías de Watsonville. “El auto de mi mamá se quedó en el agua”.
Anais Rodríguez, de 37 años, dijo que los socorristas llamaron a la puerta de su casa poco después de la medianoche. Su familia empacó ropa para cuatro días y se puso a salvo. Ella y sus dos hijos, su esposo y sus padres —junto con su perra Mila— llegaron al refugio aproximadamente una hora después con pocas respuestas sobre lo que esto significará para su comunidad en el futuro.
Los cortes de energía relacionados con el clima afectaron a más de 17,000 clientes en el condado Monterey el sábado por la noche, según la Oficina de Servicios de Emergencia del gobernador.
La oficina del gobernador Gavin Newsom explicó el sábado que estaba monitoreando la situación en Pajaro.
“Nuestros pensamientos están con todos los afectados y el estado se ha movilizado para apoyar a la comunidad”, escribió la oficina del gobernador en Twitter.
El valle de Pajaro es una zona agrícola costera conocida por cultivar fresas, manzanas, coliflor, brócoli y alcachofas. Marcas nacionales como Driscoll’s Strawberries y Martinelli’s tienen su sede en la región.
En 1995 los diques del río Pajaro sufrieron una ruptura y dejaron bajo el agua 1.011 hectáreas (2.500 acres) de tierras agrícolas y la comunidad del Pajaro Dos personas murieron y la inundación dejó daños por unos 100 millones de dólares. Una ley estatal, aprobada el año pasado, destinó fondos estatales para un proyecto de dique. Su construcción estaba programada para empezar en 2024.
La tormenta marcó el 10mo río atmosférico del estado durante el invierno, tormentas que trajeron enormes cantidades de lluvia y nieve al estado y ayudaron a disminuir las condiciones de sequía que se habían prolongado durante tres años. Los embalses estatales, que habían alcanzado niveles sorprendentemente bajos, ahora están muy por encima del promedio para esta época del año, lo que llevó a los funcionarios estatales a liberar agua de las represas para ayudar a controlar las inundaciones y dejar espacio en caso de más lluvia.