Intentan determinar móviles de correos bomba
AP
Washinton Hispanic
Los investigadores buscaron el jueves por todo Estados Unidos al culpable y los móviles detrás del extraño plan de enviar bombas por correo a críticos del presidente, analizando el interior de los artefactos para revelar si realmente se quería que estallaran o simplemente pretendían sembrar miedo dos semanas antes de las elecciones.
Otros tres dispositivos fueron vinculados a la conspiración _dos dirigidos al exvicepresidente Joe Biden y otro al actor Robert De Niro_, con lo que ya suman 10 en una amenaza de tintes políticos prácticamente sin precedentes. Las autoridades advirtieron que podría haber más.
Funcionarios policiales le dijeron a The Associated Press que los artefactos, los cuales contienen temporizadores y baterías, no estaban preparados como las bombas tipo trampa que estallarían al abrirlas.
Sin embargo, no estaban seguros si el diseño de los dispositivos era poco profesional o si no se pretendía que provocaran daños físicos.
Una revisión a una base de datos postal dejó entrever que al menos algunos podrían haber sido enviados en el correo en Florida, dijo un funcionario. Los investigadores están centrando su atención en una instalación postal en Opa-locka, en ese estado, de donde creen partieron algunos de los paquetes, señaló otro.
Los funcionarios declararon a condición de guardar el anonimato porque no están autorizados a dar su nombre mientras hablan sobre la pesquisa en curso.
Surgieron nuevos detalles sobre los artefactos luego que el temor tras cuatro días de bombas en el correo se extendió por todo el país, atrayendo a investigadores de docenas de agencias federales, estatales y locales en el esfuerzo por identificar a una o más personas que estén detrás.
Los blancos incluyen al expresidente Barack Obama, Hillary Clinton, la cadena CNN y la representante Maxine Waters. El común denominador entre todos ellos es obvio: palabras críticas hacia Donald Trump y críticas frecuentes y más duras en respuesta.
En una conferencia de prensa el jueves, las autoridades en Nueva York no quisieron hablar de posibles móviles, ni de detalles sobre cómo ingresaron los paquetes al sistema postal de Estados Unidos. Tampoco quisieron decir por qué ninguno había estallado, pero enfatizaron que seguían considerándolos “artefactos vivos”.
“No estamos manejando el asunto como si se tratara de dispositivos falsos”, dijo el comisionado policial James O’Neill.
Los detalles dejan entrever un patrón: que los artículos fueron empaquetados en sobres manila, dirigidos a destacados críticos de Trump y con timbres postales estadounidenses. Técnicos del laboratorio forense del FBI en Quantico, Virgina, examinan los artefactos.
Los paquetes azuzaron las tensiones y temores mientras los votantes se preparan para sufragar el 6 de noviembre con el fin de determinar qué partido controlará el Congreso, una campaña que los dos partidos han descrito con términos casi apocalípticos. A pesar de que aún no se conoce el remitente, políticos demócratas y republicanos se refirieron a las bombas para lamentar un ambiente político tóxico y repartir culpas.
“Una parte muy grande de la ira que vemos actualmente en nuestra sociedad es provocada por los reportes falsos e inexactos publicados a propósito en los principales medios de comunicación a los que me refiero como noticias falsas”, afirmó Trump en Twitter.
“Las cosas se han puesto tan mal y tan llenas de odio que superan toda descripción. Los principales medios de comunicación deben comportarse de forma correcta, ¡rápido!”, agregó.
El exdirector de la CIA John Brennan, blanco de un paquete enviado a CNN, contraatacó.
“Deje de culpar a otros. Mírese en el espejo”, tuiteó Brennan. “Su retórica enardecedora, insultos, mentiras y aliento a la violencia física son vergonzosos. Compórtese en forma correcta… intente actuar como un presidente”, afirmó.