Cobra fuerza propuesta de matrículas de residente a dreamers
Washington Hispanic
AP
obra fuerza en un estado conservador, que votó abrumadoramente por Donald Trump, la idea de ofrecer matrículas universitarias de residente a los jóvenes que fueron traídos ilegalmente al país por sus padres cuando eran niños.
Algunos republicanos de Tennessee, que apoyó las políticas duras de Trump hacia la inmigración en las elecciones presidenciales, parecen estar considerando esa posibilidad. De prosperar la iniciativa, Tennessee se sumaría a Washington D.C., cuyo electorado es muy liberal, como las únicas administraciones donde se aprueban ordenanzas de este tipo desde que Trump fue elegido presidente.
Una veintena de estados ya permiten que los dreamers, como se llama a esta población, paguen matrícula de residente del estado y no la que se cobra a los no residentes, que es más alta.
La propuesta la plantean como una forma de impulsar la economía y una oportunidad educativa para estudiantes que vinieron el país ilegalmente en forma involuntaria, de niños. Dicen que estos estudiantes son víctimas inocentes del estancamiento que hay desde hace décadas en el tema de la inmigración ilegal a nivel nacional.
«Apoyo firmemente la construcción de un muro (en la frontera con México), la soberanía de Estados Unidos y el cierre de la frontera», declaró el representante republicano de Memphis Mark White. «Pero estamos perjudicando a gente inocente».
En el capitolio estatal, decenas de estudiantes cuyos padres cruzaron la frontera ilegalmente y los trajeron con ellos están visitando a un legislador tras otro para compartir sus historias personales. El gobernador republicano Bill Haslam se tomó tiempo para charlar y tomarse fotos con muchos de ellos el mes pasado y apoya la propuesta.
Comisiones de la cámara baja y del Senado ya han aprobado la iniciativa. Otra comisión de la Cámara de Representantes la analizaba el martes.
Hace dos años, cuando Barack Obama ocupaba la presidencia, la propuesta fue aprobada en el Senado y se quedó a un voto de ser aprobada en la cámara baja.
Trump ha hablado de deportaciones en masa y de construir un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México. De todos modos, White cree que la iniciativa puede ser aprobada en Tennessee.
«Trato de proteger a Tennessee a largo plazo, porque ellos están aquí», manifestó White. «Si alguien piensa que vamos a hacer salir del país a chicos que se criaron aquí, no vive en la realidad. Hay que hacer lo que resulte más conveniente, que es ayudarlos a que se asimilen a nuestra sociedad».
Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, unos 20 estados ofrecen matrículas de residente a estudiantes que están en el país ilegalmente o que fueron amparados por un programa de Obama que cobija a los dreamers, dejando en suspenso sus deportaciones y permitiéndoles trabajar y estudiar. Aproximadamente media docena de esos estados son mayormente republicanos.
La ley bajo estudio en Tennessee cobijaría a estudiantes que asistieron a la escuela secundaria o a algún tipo de programa escolar por dos años.
Incluso si la propuesta es aprobada, los estudiantes no podrían recibir ayuda financiera federal. Ni podrían acogerse a programas estatales que eximen de pagar matrícula a los estudiantes de instituciones que ofrecen carreras cortas, de acuerdo con Ginger Hausser, integrante de la Junta de Regentes de Tennessee.
Todd Gardenhire, un republicano que auspicia el proyecto en el Senado, destaca que el estado ya invirtió en estos estudiantes al pagar por su educación primaria y secundaria, y que muchos han vivido en el país tanto tiempo como sus compañeros de escuela que son ciudadanos. Pero se les exige pagar tres veces lo que pagan ellos para ir a la universidad, agregó.
Los opositores al proyecto sustentan sus argumentos en el hecho de que estos estudiantes están en el país ilegalmente.
«Nadie acusa a los estudiantes», comentó la representante republicana Dawn White. «Pero los contribuyentes tienen derecho a preguntarse ‘¿por qué subsidio a estudiantes ilegales?»’.
Elman Gonzales, de 19 años, dice que podría volver a la East Tennessee State University si se aprueba la ley. Tuvo que suspender sus estudios porque se le cobraba 12.000 dólares de matrícula por semestre, dejando en el aire su sueño de ser médico.
Gonzales, quien fue traído al país ilegalmente cuando tenía dos años por sus padres desde Honduras, se mostró «gratamente sorprendido» de que la propuesta haya avanzado tanto, «considerando la atmósfera política» actual.
Añadió que cree que las historias personales que les cuentan los dreamers a los legisladores «marcan una diferencia».
«Les hacen ver hasta qué punto los estudiantes están siendo afectados y lo mucho que pueden cambiar sus vidas si votan a favor de la propuesta», manifestó.