Chicago: 6 muertos en tiroteo en desfile del 4 de Julio
Un hombre de 22 años de edad, identificado como una persona de interés por un tiroteo durante un desfile del Día de la Independencia en los suburbios de Chicago en el que murieron al menos seis personas, fue detenido el lunes por la noche, informaron autoridades.
El jefe de policía de Highland Park, Lou Jogmen, dijo que un agente persiguió brevemente a Robert E. Crimo III mientras conducía a unos 8 kilómetros (5 millas) al norte de donde se produjo el tiroteo antes de que el hombre parara y fuera detenido.
La policía se negó por el momento a identificar a Crimo como sospechoso, pero dijo que identificarlo como persona de interés, compartir su nombre y otra información públicamente era un paso importante.
El tiroteo en un 4 de Julio se suma a otros acontecimientos que han hecho añicos los rituales de vida de los estadounidenses.
En los últimos meses, escuelas, iglesias, tiendas de comestibles y, ahora, desfiles de la comunidad se han convertido en escenarios de masacres. En esta ocasión, el derramamiento de sangre se produce cuando la nación trata de encontrar un motivo para celebrar su fundación y los lazos que aún la mantienen unida.
“Es devastador que una celebración de Estados Unidos haya sido desgarrada por nuestra plaga singularmente estadounidense”, dijo el gobernador de Illinois, J.B. Pritzker, en una conferencia de prensa.
“Estoy furioso porque no tiene por qué ser así… mientras celebramos el 4 de Julio sólo una vez al año, los tiroteos masivos se han convertido en una tradición americana semanal, sí, semanal”, añadió.
Los disparos se registraron en un punto de la ruta del desfile en el que muchos residentes se habían colocado a primera hora del día para tener una vista privilegiada de la celebración anual.
Las docenas de balas disparadas obligaron a cientos de asistentes al desfile a huir, algunos de ellos ensangrentados.
A su paso dejaron un sendero de objetos abandonados que mostraban la vida cotidiana que se vio interrumpida de forma repentina y violenta: Una bolsa de papas fritas a medio comer; una caja de galletas de chocolate esparcidas sobre el pasto; una gorra infantil de los Cachorros de Chicago.
“No hay ningún lugar seguro”, dijo Barbara Harte, de 73 años, residente de Highland Park, quien por temor a un tiroteo masivo se había mantenido alejada del desfile, pero luego se aventuró a salir de su casa.
Christopher Covelli, portavoz de la Fuerza Especial contra Crímenes Graves del Condado Lake, dijo en una conferencia de prensa que varias de las víctimas murieron en la escena del crimen y que una de ellas fue trasladada a un hospital y murió ahí. La policía no dio detalles sobre las víctimas o los heridos.
La forense del condado Lake Jennifer Banek dijo que las cinco personas que murieron en el desfile eran adultos y que no tenía información sobre la sexta víctima que murió en el hospital.
Uno de los fallecidos era un ciudadano mexicano, dijo en Twitter Roberto Velasco, director de la unidad para América del Norte de la cancillería de México. Otros dos mexicanos resultaron heridos, añadió.
El Centro de Salud de la Universidad de NorthShore recibió 26 pacientes después del ataque. Todos, excepto uno, tenían heridas de bala, dijo el doctor Brigham Temple, director médico de preparación para emergencias. Sus edades oscilaban entre los 8 y los 85 años, y Temple estimó que cuatro o cinco pacientes eran niños.
Temple señaló que 19 de los pacientes fueron atendidos y dados de alta. Otros fueron trasladados a otros hospitales, mientras que dos pacientes seguían en el hospital de Highland Park, en condición estable.
Las autoridades informaron que el tirador disparó alrededor de las 10:15 de la mañana, cuando el desfile se encontraba completado en tres cuartas partes.
Según el comandante de la policía de Highland Park, Chris O’Neill, el tirador aparentemente utilizó un “rifle de alto poder” para disparar desde un lugar en lo alto de un edificio desde el cual era muy difícil verlo. Dijo que el arma fue recuperada en el lugar de los hechos. La policía también halló una escalera.
El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo el lunes que él y la primera dama, Jill Biden, estaban “conmocionados por la violencia sin sentido de las armas de fuego que ha vuelto a causar dolor a la comunidad estadounidense en el Día de la Independencia”.