Carly Fiorina pone fin a su carrera por la presidencia
DES MOINES, Iowa
AP
a exejecutiva de tecnología Carly Fiorina se salió el miércoles de la carrera por la candidatura republicana a la presidencia tras ganar elogios por su destreza en los debates pero pasar apuros para generar una coalición ganadora entre sus rivales de partido.
«Aunque hoy suspendo mi candidatura, continuaré viajando por este país y lucharé por aquellos estadounidenses que se niegan a conformarse con la forma en que están las cosas y un estatus quo que ya no les funciona», escribió Fiorina en una declaración en Facebook.
«Seguiré sirviendo con el fin de restaurar el gobierno de los ciudadanos para esta gran nación de forma que juntos podamos desarrollar nuestro potencial», afirmó.
Fiorina, de 61 años, llegó a las tumultuosas primarias republicanas en abril. Se promovió como una persona externa a la política con experiencia en negocios y argumentó que, como la única mujer entre los contendientes republicanos, estaba en mejor posición para enfrentarse a la precandidata demócrata Hillary Clinton, posible nominada de ese partido. Después de una sobresaliente actuación en el primer debate, Fiorina subió al escenario principal y ascendió en las encuestas. Sin embargo, su ímpetu se estancó rápidamente y para finales de año otra vez caía.
Fiorina se ganó el apoyo de mujeres en ambos partidos en el segundo debate republicano en septiembre cuando le pidieron responder a los comentarios del magnate y precandidato Donald Trump en los que él criticó su rostro.
«Creo que las mujeres en este país escucharon muy claro lo que dijo el señor Trump», dijo tranquilamente Fiorina. El empresario intentó suavizar las cosas al decir: «Creo que tiene una cara hermosa y creo que es una mujer hermosa».
La primera gran incursión de Fiorina en la política fue en el 2010, cuando se postuló para el Senado en California y perdió por 10 puntos ante la senadora Barbara Boxer, que ya ocupaba el escaño.
Durante su apuesta a la precandidatura, Fiorina hizo énfasis en su ascenso meteórico en el mundo de los negocios. Graduada de la Universidad de Stanford, inició su carrera como secretaria, obtuvo una maestría en administración de empresas y ascendió desde abajo en AT&T hasta convertirse en alta ejecutiva del gigante de las telecomunicaciones.
Pero también se vio acechada por preguntas sobre el período que pasó en Hewlett-Packard, donde fue contratada como directora general en 1999. Seis años después fue despedida tras encabezar una amplia fusión con Compaq y enviar a la calle a 30.000 empleados.