64 policías murieron baleados
Muchos menos policías estadounidenses murieron durante el trabajo en 2022 en comparación con el año anterior, debido principalmente a una disminución en las muertes por COVID-19, aunque el número de agentes que fallecieron por disparos sigue siendo relativamente alto, de acuerdo con un reporte publicado el miércoles.
Sesenta y cuatro de los 226 policías que fallecieron en el cumplimiento de su trabajo el año pasado murieron baleados, señaló el National Law Enforcement Officers Memorial Fund. Esa cifra igualó la registrada en 2021, lo que refleja un aumento del promedio anual de víctimas mortales en la última década y un indicio de una tendencia preocupante, señaló Bill Alexander, director general del National Law Enforcement Officers Memorial en Washington.
En comparación, entre 2010 y 2020, un promedio de 53 agentes murieron por disparos cada año.
Estados Unidos ha registrado un aumento general de crímenes violentos en los últimos años, sobre todo de la violencia con armas. Las causas exactas son difíciles de señalar, pero los expertos dijeron que algunos posibles factores podrían ser la pandemia de coronavirus, que ha matado a más de 1 millón de personas en el país, así como el malestar social y los temores en torno a la economía.
El número total de muertes de policías disminuyó 61% en 2022, respecto a un máximo histórico de 586 registrado un año antes, debido a que la disminución de las infecciones de coronavirus y la amplia disponibilidad de vacunas contra la enfermedad resultaron en menos muertes de agentes a causa del COVID-19.
La organización toma en cuenta las muertes por COVID-19 de los agentes que contrajeron el virus en el trabajo. El coronavirus continuó como la principal causa de muerte entre la policía el año pasado.
También hubo un aumento de decesos relacionados con accidentes automovilísticos. Cuarenta policías perdieron la vida en accidentes de tránsito el año pasado, lo que representa un aumento del 30% respecto a 2021.