Cadena perpetua por matar a su esposa
Redacción
Washington Hispanic
n hombre que mató a su ex esposa en su casa de Virginia, dejando a sus hijos pequeños para que encontraran su cuerpo, recibió dos sentencias de cadena perpetua el pasado miércoles.
Bonnie Black, de 42 años, fue encontrada muerta en su casa de barrio Aurora Highlands, en Arlington, Virginia, el 17 de abril de 2015. Su hija de cinco años y su otro hijo de tres, fueron quienes hicieron el hallazgo y salieron a la calle en sus ropas de dormir en busca de ayuda, dijo la policía en ese entonces.
Black fue hallada en el piso de su dormitorio en una piscina de sangre con cortadas en su cuello y su pecho apuñalado.
En octubre de ese mismo año, un gran jurado acusó a su esposo, David Black, de llevar a cabo el delito.
David Black fue encontrado culpable de asesinato de primer grado y robo mientras estaba armado. Su arresto se llevó a cabo meses después del homicidio, puesto que la policía trabajaba en la colección de evidencias, algo que se hizo posible en septiembre de 2015, después de una revisión a la residencia del sospechoso.
En una audiencia para la sentencia formal en el mes de febrero próximo, un juez decidirá si se impone la sentencia del jurado o si se suspende parte de ella.
El veredicto se dio después de que se escucharon testimonios de los padres de Bonnie Black, así como de otros miembros de la familia, como su hermana y su cuñado, quienes ahora tienen la custodia de los pequeños que quedaron huérfanos de madre.
David Black era un trabajador de la construcción y Bonnie Black, una psicóloga que contratada para trabajos con el Departamento de Investigación Federal (FBI). Ellos estaban separados y tenían programada una audiencia en corte para un procedimiento de divorcio y estaban luchando por la custodia de los niños cuando ocurrió el asesinato.
Bonnie Black vivía con miedo de su marido y le dijo a un compañero de trabajo que sentía que estaba viviendo en la película de terror «Scream», según documentos judiciales. Ella temía que su marido irrumpiera en su casa en cualquier momento, dijo el compañero de trabajo.