Mexico reporta 193.170 “muertes adicionales” en 2020
AP
Washington Hispanic
Las autoridades mexicanas de salud reconocieron el domingo que la cifra real de muertos a causa de la pandemia de coronavirus en el país es mucho mayor a lo creído originalmente, al indicar que hubo 193.170 “muertes adicionales” en lo que va del año hasta el 26 de septiembre, y señalar que 139.153 de esos fallecimientos pueden atribuirse al COVID-19.
La cifra representa unos 50.000 muertos más que los números oficiales y confirmados por pruebas diagnósticas difundidas el gobierno mexicano de unos 89.000 decesos, cifra un 56% más alta al estimado previo de 103.882 muertes relacionadas con la pandemia.
México tiene una tasa extremadamente baja de pruebas diagnósticas, y las autoridades han admitido en ocasiones anteriores que no se les realizaron pruebas a muchas personas o sus análisis fueron mal manejados. Las autoridades habían presentado un estimado previo de 103.882 muertos por COVID-19, después de tomar en cuenta pruebas defectuosas y otros factores.
Sin embargo, expertos de la Secretaría de Salud señalaron que investigadores han analizado las bases de datos de certificados de defunción hasta finales de septiembre — la fecha más reciente de datos disponibles — para obtener el número más reciente de 139.153 fallecimientos. Los análisis tomaron en cuenta síntomas relacionados con el COVID-19 en las actas de defunción, incluso si no se nombró a la enfermedad como causa de muerte.
Las muertes adicionales se calculan al comparar el número de decesos anticipados de un promedio de años previos con el de 2020.
La dependencia no explicó las otras 54.000 muertes adicionales, pero expertos de otros países han insinuado que hay más personas que pudieron haber muerto por otras causas, simplemente porque los hospitales estaban hacinados de pacientes de COVID-19, o por pacientes de otras enfermedades que se negaron a buscar atención médica por miedo a contraer el coronavirus.
De acuerdo a sus políticas, México únicamente realiza pruebas diagnósticas a personas con síntomas graves de coronavirus, así como a una pequeña muestra de la población general.